UN PUEBLO MÁGICO
Por: Berenice Cano y Velia Duarte
Por hoy nos olvidaremos de cosas que pasan a nivel mundial, casi todas desagradables y hablaremos de uno de los pueblos mágicos de Morelos.
Ocotepec hace algunos ayeres era un hermoso pueblo, con sus antiguos comuneros, siempre respetuosos en sus tradiciones, de la educación de sus hijos; ellos mismos construyeron y donaron el terreno para levantar la secundaria #8 Pablo Torres Burgos, de donde han egresado miles de jóvenes que ahora son profesionistas. También tenemos algunos artistas oriundos de Ocotepec, como el trovador Alfonso Maya.
Por desgracia con el tiempo este poblado, ya no es el mismo lugar de antaño; ahora las calles están sucias sin mantenimiento, donde deambulan muchos famélicos perros; hay una gran gasolinera que acabó con la fisonomía de ese pueblo mágico, que, aunque esta entre los límites de Ahuatepec y Ocotepec, no deja de afectar la imagen de este pueblo.
Ojalá no pase como en Tepoztlán, que ya están construyendo residencias en las faldas del cerro del Tepozteco y ese hermoso pueblo se ha convertido en una verdadera cantina, donde su mayor atracción son las bebidas embriagantes.
Los viejos comuneros de Ocotepec, deben enseñar a sus descendientes a proteger su entorno y a no querer dividir; deben enseñar a cuidar a su bello pueblo y sus tradiciones, empezando por el respeto a sus animales, cuidando a sus perros, llevándolos a esterilizar y no dejar que anden deambulando por las calles todos famélicos.
La cultura de un pueblo se demuestra también con la protección, el respeto y en el cuidado a la naturaleza y a los animales de compañía.