INFANTICIDIOS JAMÁS
Por: Berenice Cano y Velia Duarte
Guerrero, un pueblo lleno de contrastes, por un lado, hoteles y residencias de lujo y por otro; la miseria, la pobreza, la falta de educación y de empleo y por muchos años las represiones a quien osara levantar la voz para protestar. Ahora vuelve a estar en el ojo del huracán por el asesinato de una menor de edad y la ira de algunos pobladores que hicieron justicia por su propia mano.
Ese es el resultado del olvido por sus gobernantes, que además por muchos años dejaron crecer la delincuencia, el sembradío de droga y el trasiego de ella hacia el país del norte; se olvidaron de la educación, de los valores culturales y éticos, del amor y del respeto a sus semejantes y poco caso hicieron a la pobreza, sobre todo de aquellos que viven en la montaña.
Igual el pueblo guerrerense fue testigo de los vuelos de la muerte, que realizaron los gobiernos anteriores, pero de eso no hablan los medios de comunicación, como tienen mala memoria ya se les olvido, esos que ahora hacen un show con la muerte de una niña, pero eso es consecuencia de la perdida de valores y del abandono en el que vivió el valeroso pueblo guerrerense.
La gobernadora de ese Estado tiene un gran trabajo para sacar a flote una población que por muchos años fue reprimida. Que nunca más se repitan esos asesinatos tan dolorosos, sobre todo el privar de la vida a una niña que empezaba a vivir; todo por la ambición y el dinero. Nunca, nunca más esos actos tan reprobables.