UN PAR DE CONFLICTOS
Por: Berenice Cano y Velia Duarte
Todos los medios de comunicación tienen un gran poder en la sociedad, pero por desgracia solo sirven a intereses mezquinos y a la oligarquía, solo hay que recordar que tuvimos un presidente producto de una televisora; y en estos últimos tiempos mienten más que nunca, tratando de poner en mal a nuestro actual mandatario, sin importar el daño que causen a nuestra sociedad; un ejemplo de ello es la mentira de que la vacuna cubana Abdala es mala.
Hace poco nos fuimos a vacunar el refuerzo del covid y la mayoría de las personas que estaban formadas, se negaban a ponerse la vacuna solo porque era cubana y el colmo de todo, fue que la persona que aplicaba las vacunas, también les advertía que era la Abdala y no era confiable; ignorando que la medicina de
Cuba es de la más adelantada y tampoco están enterados del infame bloqueo que ejerce el gobierno estadounidense contra el valiente pueblo cubano. Por desgracia esos son nuestros medios de comunicación; claro, hay sus honrosas excepciones, aún existen comunicadores y medios honestos, para ellos nuestra admiración y respeto.
En otro tema, nos sentimos contentas y esperanzadas con el triunfo de Margarita Gonzáles Sarabia de contender para la gubernatura de Morelos, seguramente la victoria será para ella, ya que en los partidos de enfrente no hay quien le haga mella. Y por primera vez nuestro Estado será gobernado por una mujer, lo cual nos hace sentir orgullosas.
Cuernavaca necesita que quien llegue a la gubernatura y a la presidencia municipal, pongan todo su empeño y que saquen del abandono en el que está nuestro municipio; calles en mal estado y sucias, sin mantenimiento. Todas las calles por igual están deterioradas; aquel Boulevard Benito Juárez que hace años era una avenida limpia y arbolada, ahora sus banquetas están de dar pena, sucias, pedazos levantados y el camellón lleno de hierbas. Morelos y sobre todo su capital Cuernavaca, necesitan autoridades que cumplan con su labor para lo que fueron elegidos y no solo salgan a dar excusas o discursitos ramplones.
No solo las calles están deterioradas, la sociedad también; los jóvenes están expuestos al consumo excesivo de embriagantes y de drogas, los bares abundan, pero los centros deportivos o culturales brillan por su ausencia. Ojalá sepamos escoger a nuestros próximos gobernantes y exigirles que cumplan con sus promesas de campaña y el que no cumpla que se vaya; pero para eso tenemos que ser una sociedad más unida y no vivir en la apatía.