TRISTE REALIDAD
Por Berenice Cano y Velia Duarte
Aquí en nuestro querido Morelos tenemos meses llenos de propaganda por doquier, primero para elegir quienes serían los candidatos del partido Morena, sobre todo para gobernador. Nos sorprende que varios personajes, que por muchos años fueron priistas de hueso colorado se cambiaron la camiseta tricolor y ni tardos ni perezosos se pusieron la guinda solo para no vivir en el error; pero sus convicciones y su modo de pensar es del priismo rancio, llegar al poder a como dé lugar. Ojalá nosotros la gente de a pie, la que sufre los errores por no fijarse bien, analice a los candidatos esta vez, ya que seria el colmo equivocarnos nuevamente.
La gente del partido Morena, creemos se equivocó, dejó fuera al mejor candidato Juan Ángel Flores, él es un militante de izquierda desde muy joven y tiene un muy honroso desempeño como presidente municipal de Jojutla. De los que quedaron hay uno que se dice de izquierda, pero a él solo le gusta vivir del erario y no es un luchador social.
A Margarita González Saravia la conocemos desde hace muchos años, ella siempre ha sido a fin a las luchas sociales y en nuestro criterio sería una muy buena gobernadora; ella si ha emanado de aquella izquierda que ha luchado por un cambio que favorece a los de abajo y no solo para llenar los bolsillos de los gobernantes. Ella a pesar de que es una empresaria tiene esperanza que un México mejor es posible.
Ya es tiempo de elegir con bases y no dejarnos engañar con la propaganda y menos con dádivas; así que ojo, mucho ojo, que no todos son como ellos se pintan.
En otro tema, Guerrero un pueblo que fue importante en la lucha por la independencia, un Estado pobre con gobiernos rapaces, a quienes solo les importó su enriquecimiento. Desde tiempos del ex presidente Miguel Alemán, que hizo del puerto de Acapulco un emporio turístico para gente rica y extranjeros, donde se hacían muestras de cine, donde iba la crema y nata de la sociedad; y quien mandó a los cerros a los verdaderos dueños del puerto: los pescadores, que solo bajaban a servir a los hoteles; pero no se preocuparon por sacarlos de la pobreza. Ahora se entiende la lucha de aquellos guerrilleros Genaro Vázquez y Lucio Cabañas.
Este huracán nos ha mostrado la verdadera cara de Acapulco, que no solo es la zona hotelera, sino hay una miseria que duele y nos avergüenza. Quizá a este gobierno no le de tiempo de reconstruir un Estado que está sufriendo por el abandono que tuvo por muchísimos años.