HÉROES OLVIDADOS
Por: Berenice Cano y Velia Duarte
Se cumplió un aniversario más de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa en Guerrero, de los que aún no se sabe que hicieron con los cuerpos; familiares acusan al ejército y con toda la razón, pero éstos no se mandan solos, el jefe supremo es el presidente de la República, así que se ha de interrogar al ex presidente Enrique Peña Nieto y al que era entonces gobernador de Guerrero.
Fueron muchos años que México fue gobernado por una oligarquía rapaz, corrupta y desalmada ¿cuántas muertes y desapariciones de luchadores sociales tuvimos en toda esa época? Recordemos aquel grupo de jóvenes que equivocados o no, se estaban preparando para empezar una nueva revolución en Ciudad Madera Chihuahua; se les detuvo y no se les juzgó como debía ser, y con saña el ejército los asesinó, cuando estos jóvenes ni siquiera tenían armas.
En Tlatelolco también intervino el ejército, soldados mandados por el genocida Diaz Ordaz y Echeverria, éste último también fue culpable de la matanza de San Cosme, que fue una de las más crueles que se hizo en contra de los jóvenes estudiantes.
Para desgracia de nuestro país, el ejército por muchos años fue utilizado solo para reprimir; como en el Estado de Guerrero, que fue uno de los que más sufrió de los desmanes que hicieron los soldados; violaron niñas y mujeres, golpearon y torturaron a campesinos; pero esa era su labor, los mandaban a aterrorizar al pueblo.
Ahora con este nuevo gobierno de López Obrador las cosas han cambiado, el ejército está ocupado en muchas labores que ayudan a levantar al país del abandono en el que lo tenían sometido; ahora los vemos ayudando en todas las contingencias que la naturaleza nos da, y la sociedad ya no los ve con la desconfianza y el temor de antes.
El dolor de los familiares de los estudiantes de Ayotzinapa es infinito, pero ellos no se deben dejar manipular por personas que quizá tengan otras malas intenciones. Este gobierno esta dispuesto a llegar a la verdad, pero se ha topado con impedimentos que los jueces les imponen; ya que por desgracia la corrupción en el poder judicial sigue incrustada como un cáncer que mucho daño hace a la nación. Es increíble que con amparos a algunos de los protagonistas de ese suceso ni siquiera se les puede nombrar y que países como Israel, los protejan y no los extraditen para que enfrenten la justicia de nuestro país.