Por Berenice Cano y Velia Duarte
Hace unos días, a los 105 años de edad, falleció en San Luis Potosí la activista social Conchita Calvillo Alonso, ella apoyó y luchó junto a su compañero el doctor Salvador Nava Martínez; en la lucha que el citado médico enfrentó en contra de uno de los más crueles y poderosos caciques que han existido en el país, Gonzalo N. Santos; este personaje imponía a su modo gobernantes (todos del PRI) y en San Luis Potosí no se movía ni una hoja, sino era con la venia de este cacique, en esa época cualquier movimiento social era callado con represión o con la cárcel y muchas veces eran expulsados del Estado o castigados con la muerte; aunque parezca insólito les daban determinado tiempo para irse de esas tierras potosinas. Nuestra familia fue una de ellas, dejando casa, muebles, escuela inconclusa; fueron tiempos insólitos y crueles mientras el gobierno federal era ciego y sordo.
Entre otro tema, hace poco salieron muy valentones los del PRI, PAN y PRD diciendo “si nos tocan a uno, nos tocan a todos” creemos que, sí hay que tocarlos e investigarlos a todos, sobre todo a ese ridículo personaje del PAN, que según él no se enteró del nexo que tenía García Luna con el narco, si él tenía un importante puesto federal en los gobiernos panistas.
Y así a cada uno investigar el origen de su fortuna, como también a ese líder priista Alito, que no sabemos cómo se atreve hacer promoción al PRI. Salieron todos juntitos como si se tratara de un coro, a defender sus intereses.
Pero el pueblo no es olvidadizo ni tonto y tiene en su mente todas las tropelías y desapariciones cuando estuvieron en el poder. La sociedad que por un tiempo quedo callado, como dormido, ya despertó y se dio cuenta que el poder está en sus manos y poco a poco el país está cambiando.
Claro, aún hay personas que añoran el régimen neoliberal y le gusta vivir con las manos atadas, con la bota sobre sus espaldas, pero afortunadamente son los menos.
Falta mucha limpieza en varias dependencias gubernamentales, sobre todo los que tienen que ver con juzgado y jueces; esas dependencias ya están podridas, pero hay que seguir adelante que un nuevo horizonte nos aguarda.