Por Miguel Ángel Alarcón Urbán
Hablar cada año de los sucesos gloriosos de nuestro querido Estado de Morelos, para muchos puede ser un tema trillado, repetitivo.
Hace más de siglo y medio, Yautepec vivió un momento glorioso al ser ser considerada la capital del nuevo estado federativo. Morelos una nueva entidad que surgía en medio del encono y la inconformidad de quienes creían tener el derecho a ser capital, concretamente Cuernavaca, pero sobretodo Cuautla.
Finalmente fue Yautepec quien tuvo esa distinción histórica.
Desde esa fecha, Yautepec ha jugado un papel destacado; y no solo eso, sino que, en ese bendito suelo se hayan los vestigios arqueológicos de nuestra grandeza ancestral y formamos parte de esos pueblos que fueron la cuna de nuestra civilización de Mesoamérica.
Atrás queda aquel 28 de julio de 1869, en cuya recién legislatura tomó sus primeros acuerdos, entre ellos el darle vida a la primera Constitución Política en medio de dos grupos que luchaban por el control político y social del estado de Morelos.
Hoy, el Teatro Aurora solo es un recurrente dato histórico, un añorado inmueble que sólo la gente de Yautepec ubica cuando pasa por ese lugar, ya derrumbado; sólo es eso, una añoranza más de nuestro histórico pasado, glorioso y mítico, un recuerdo de nuestro pasado reciente, remembranza obligada de cada año y de cada celebración.
Los poderes del Estado el Legislativo, Ejecutivo y Judicial tienen la responsabilidad histórica de recordar esos sucesos que marcaron la vida de los Morelenses.
Por todo ello, nuestras máximas autoridades deben recordar con especial afecto, esa fecha que para Morelos es tan especial como el celebrar a nuestros símbolos patrios, nuestra independencia, nuestra bandera. La creación del Estado de Morelos, su primera legislatura, y ese primer recinto parlamentario nos llenan de orgullo cada año, cada 17 de abril, cada 28 de julio y porque fue en este mes de hace 154 años cuando los poderes asentados en Yautepec pasaron definitivamente a la ciudad de Cuernavaca para su establecimiento hasta la fecha.
Todo eso sin contar los sucesos de la guerra de independencia, ni la participación de Yautepec durante la Revolución Mexicana de 1910, y muchos años, para ser exactos 500 años, en la conquista de nuestro país por parte de los españoles que llegaron a nuestra tierra a derramar la sangre de quienes nos defendieron ante los invasores.
Finalmente, solo me resta decir que, seguirá el paso de los años. Vendrán más celebraciones, más aniversarios y con ello, más y mejores discursos. Y llevaremos en nuestras mentes y corazones, ese amor por esta tierra fértil, por mi Yautepec, mi municipio y por los sucesos que nos han marcado en la historia de Morelos y de México…