Por Berenice Cano y Velia Duarte
Este mes que recién terminó, se festejó el día internacional de la mujer, quizá estemos equivocadas, peros muchas mujeres no queremos festejo, queremos respeto.
Aquí en Cuernavaca como cada año, salieron algunas féminas a marchar, dejando a su paso paredes pintarrajeadas, vidrios rotos y para culminar el evento, arrojaron algunos artefactos explosivos en el Palacio de Gobierno.
Somos muy feministas, pero muchas nos dejamos llevar por lo que nos impone la moda; por ejemplo, hace mucho tiempo se usó la ceja muy delgada y muchas nos la depilamos, ahora se usa la ceja más gruesa y ahí vamos a tatuarla. Se usa el pelo lacio, nos alaciamos, se usan los labios gruesos y ahí andamos todas bocudas, bueno, hasta hay una alcaldesa del Distrito Federal que anda con los labios bien hinchados, y así, nos dejamos llevar por la moda que nos enseñan los medios de comunicación y las grandes empresas; igual nos pasa con nuestras parejas sentimentales, creemos que van a cambiar aceptando primero un empujón, después un pequeño golpe, hasta que nos matan.
Nosotras las mujeres debemos empoderarnos, debemos educar mejor a nuestros hijos: ¿cuántos hombres se ven obligados por sus propias madres a no cumplir con sus obligaciones de pensión alimenticia? A veces hasta para no reconocer a sus vástagos, ellas, las mujeres, alientan a hijos machistas y dicen “a lo mejor no es tu hijo” “tú estás chico para esas obligaciones”, cuando ya es un labregón de 24 años o más. Las mujeres debemos ser más solidarias con nuestras congéneres, educar mejor a nuestros hijos e hijas.
Después de muchas luchas nos hemos abierto infinidad de puertas, una muy importantes es que ninguna mujer sea condenada por practicarse un aborto, pero la lucha no ha terminado y debemos cuidarnos, ¿cuántas féminas no han asesinado por irse con hombres que conocen en bares?
Pero también debemos ser respetuosas, las marchas no deben de hacerse violentando los derechos de las demás personas y menos agrediendo a otras mujeres. Una buena manera de hacer conciencia, es hacer colectivos que vayan a las escuelas secundarias y preparatorias para orientar a los jóvenes que no se puede vivir en paz si no se erradica la violencia de género ni de ninguna otra índole.
Afortunadamente las mujeres estamos en todos los ámbitos laborales, así que no queremos un día internacional de la mujer, exigimos el derecho de vivir sin miedo.