Por: Berenice Cano y Velia Duarte
Ahora que se está juzgando a un alto ex funcionario mexicano en los Estados Unidos, por estar implicado en el tráfico de drogas, hay que recordar que precisamente fue ese país el que fomentó la siembra de drogas en el norte mexicano, ofreciendo mucho dinero a los campesinos por la siembra de amapola y otras drogas.
Fueron los tiempos de aquellas guerras cruentas de ese gobierno imperialista, contra pueblos inermes como Corea y Vietnam; donde se masacró sin piedad a niños y mujeres y a todo lo que se moviera, la droga se les daba a los soldados para que pudieran asesinar a sangre fría a todos esos habitantes de esos países pobres y desarmados. Cuando regresaban los soldados a su país necesitaban la droga, tanto para olvidar el horror que habían hecho, como por su adicción.
Ahora se asustan por el monstruo que ellos mismos crearon, ya que es el país con más consumidores de drogas, aunado a eso, es donde las armas se venden sin restricciones. ¿Cuántas masacres se ven en las escuelas, en centros comerciales y en todos lados? Niños de hasta siete años de edad disparando en una escuela; pero al gobierno de Estados Unidos no le importa, pues es un país imperialista con un pueblo engañado; ahí los tenemos sosteniendo una guerra sin fin en Ucrania, fomentando a gobiernos títeres en América Latina, como el ejemplo del valeroso pueblo peruano, sufriendo y padeciendo muertes, para exigir la destitución de la presidenta actual y ¿Quién está detrás de todo esto?
El imperio yanqui al que no le importa las muertes, solo las riquezas naturales de esos pueblos valientes que se enfrentan a la oligarquía y a un imperio. Y ahora otro peligro se cierne sobre América Latina, desde México hasta la Patagonia: el fascismo.
Sobre las autoras del Artículo de Opinión:
Velia Duarte es profesora de educación básica, actriz, maestra de teatro y luchadora social.
Berenice Cano es profesora de nivel medio superior y superior, también se ha desempañado como periodista.