Por Miguel Ángel Alarcón Urbán
Ayer se cumplió un aniversario más del nacimiento de un hombre que hizo del servir a los demás su prioridad y su destino. José Urbán Aguirre, nacido en el ingenio del Hospital hizo del municipio de Cuernavaca su residencia.
Hombre de ideales, siempre será bien recordado por esa actitud de luchador social que pocos llegan a desarrollar como él lo hizo. La historia del hombre, del maestro, tuvo diversas etapas en varios municipios del estado, y solo una salida, cuando tuvo que ir a Jalapa en el estado de Veracruz para cursar la Normal, y concluir en la capital del país, en la Escuela Nacional Preparatoria.
Fue gobernador del estado de Morelos en sustitución de Vicente Estrada Cajigal en enero de 1932, cuando era integrante de la primera Legislatura Constituyente (la XXIV) por el segundo distrito de Tetecala, y su suplente Francisco Beltrán Ocampo ocuparía su lugar en el Congreso estatal.
Como legislador y amigo, tuvo siempre el apoyo de Vicente Estrada Cajigal, de actitudes serias fue su hombre de confianza, así quedó demostrado al ser nombrado Estrada Cajigal titular de la Jefatura del Departamento Central de la ciudad de México.
José Urbán recorrió todo el estado, gestionó muchas obras siempre con el afán de mejorar las condiciones de vida para los morelenses de su época, de aquella XXIV Legislatura constituyente sus compañeros fueron, Agapito Albarrán, Timoteo Montes de Oca, Jacinto Leyva, Juan Salazar, Refugio Bustamante y Jesús Gutiérrez.
Hoy, el recuerdo es motivo de orgullo para sus descendientes y para miles de morelenses que conocen parte de esta historia que hoy, rememoramos con el único afán de rendir un homenaje a un morelense ejemplar y de transparente recuerdo.
Hombre de tez morena y objetivos bien definidos, hizo de la carrera magisterial su vocación, y del servir a los demás su pasión, de los primeros luchadores sociales de verdad, zapatista por convicción y morelense de nacimiento.
José Urbán Aguirre a sus 135 años de su nacimiento dejo un legado como servidor público digno de revivirse, al lado del gobernador Vicente Estrada Cajigal se desempeñó con honradez haciendo de la política el vehículo para grandes soluciones consideradas necesarias y de gran importancia para su tiempo.
Hoy recordamos con orgullo a un morelense ejemplar y cuya descendencia lleva con orgullos esos apellidos Urbán Aguirre, Urbán Almanza, Urbán Ocampo, Urbán y Ruíz, y varias generaciones más.
La historia de Morelos consigna ya en sus páginas la historia de un profesor que, en su tiempo, fijó las bases para que la política tuviera sentido, lo que ya no sucede con los nuevos políticos, que solo ven la oportunidad de enriquecerse a través de los cargos y no para servir a sus comunidades.
Que viva José Urbán Aguirre, que viva Morelos.
Acerca del autor:
*Abogado originario de Yautepec, apasionado de la historia.