Por Verónica Martínez Vielma 

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 7 de abril, el Día Mundial de la Salud, por medio de la resolución [A.2/Res.35 de AMS]. Esta resolución tiene como objetivo llevar la atención de los gobiernos, así como de sus pueblos, para la promoción efectiva de la cobertura sanitaria universal.

Llevar al seno mismo de las comunidades, donde quiera que se encuentren los servicios de atención a la salud necesarios, creando conciencia a nivel mundial, acerca de la necesidad inmediata de estos servicios, sin embargo; aún sigue habiendo millones de personas que la necesitan y no tienen un debido acceso a ella.

Actualmente el Sistema Nacional de Salud se compone, por un lado, de la Secretaría de Salud Federal y los Servicios Estatales de Salud (SES) y, por el otro de los servicios médicos de los institutos de seguridad social.

El papel de la Secretaría de Salud es básicamente ejercer la rectoría de todo el sector, lo que implica la evaluación y corrección de acciones realizadas por los SES, aunque también presta servicios de alta especialidad en los institutos nacionales de salud, los hospitales regionales de alta especialidad y los hospitales federales.

Los SES son los que operan la prestación de los servicios médicos, instrumentan las acciones de salud pública y de regulación sanitaria. Las dos últimas evaluaciones, que la Secretaría de Salud realizó a los SES en 2017 y 2018, revelan la carencia de medicamentos e insumos, la falta de personal, la sobrecarga de servicios y las malas condiciones en las que frecuentemente se encuentran estas unidades médicas.

En mi opinión hay muchas personas a nivel mundial y en especial en México, que se ven obligadas a hacer una elección, entre la salud y otros servicios básicos, como alimentación, techo y vestido, menoscabando su calidad de vida y ponderando entra la salud física y los servicios básicos.

En nuestro país la protección de la salud es todavía una aspiración que está lejos de cumplirse. El sistema público de salud está fragmentado, lo cual aunado a un frecuente abandono y sobrecarga de los servicios, se refleja en tiempos de espera prolongados para brindar la atención y carencias en personal, medicamentos e insumos básicos.

 

 

La autora del Artículo de Opinión es abogada y defensora de los derechos humanos en Morelos.

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