Por Chema Gálvez
Los que tenemos el enorme placer de vivir en el estado de Morelos y especialmente en la capital del estado, nos seguimos impresionando con la cantidad de agua que cae cuando llueve, literal se cae el cielo, claro que el espectáculo se vuelve más ameno cuando empiezan los truenos que no dejan de asustar, son momentos que nos recuerdan lo pequeños que somos ante la naturaleza. Morelos hasta en eso es tocado por la gracia de Dios, para el que no es creyente, dejémoslo en suerte. Cualquier cultura antigua sería inmensamente feliz y próspera con la cantidad de este inapreciable recurso que en el estado se da, así de fácil.
Lo curioso de este asunto es que, aunque los cuerpos de agua contando con las lagunas, ríos, manantiales, ríos subterráneos y lagos no le llega a la población de una manera regular y cuando menos decente. El tema de este escrito no es aburrir y señalar el manejo que se le da al tema del agua, para eso hay miles de testigos que a diario padecen la situación, el tema aquí es lo riqueza de esta tierra.
Precisamente por el agua, Cuernavaca es la bien llamada “ciudad de la eterna primavera”, en estos tiempos este mote cobra relevancia ante el efecto que a nivel mundial ha tenido por el cambio climático que ya dejó de ser un asunto del futuro.
Somos el primer productor de flores de ornamento, exportadores líderes ¡En esta tierra que no se puede dar! ¡Se puede de dar todo, lo que se quiera sembrar se da!
Cuántas veces le hemos dado este valor de riqueza a nuestro estado, yo veo que pocas, por lo menos a mí se me ha olvidado tanto que hasta a veces doy por sentado que tener agua es natural como si no se fuera a acabar. Justo es que hagamos pausas de vez en cuando, la vida diaria nos envuelve, pero no podemos estar olvidando tanta abundancia, la misma que vieron nuestros antepasados al asentarse y la que atrajo a tantos hombres de buena voluntad. El agua que no se olvide, es tuya y mía, es el tesoro de mayor valor.
El agua no es del gobierno y actuamos como si lo fuera, la propiedad la da el uso, tendríamos que organizarnos, ser inspectores de su uso, este asunto no le compete solo al gobierno, nos compete a nosotros, a los ciudadanos, atendamos lo nuestro, cuidemos la propiedad que no es ajena. Tiro el dardo al valiente ¿porqué no crear comités vecinales para velar por su uso? ¿invertir en campañas de concientización? ¿porqué no ayudar a las autoridades?
Por si no lo sabías tenemos un gran recurso, pero la mayoría…NI LA MÁS REMOTA IDEA.
El autor del Artículo de Opinión es Consultor y Conferencista.