Por Verónica Martínez Vielma
La ética para mi es básicamente hacer el bien, hacer lo correcto, pero muchas veces podemos detenernos a pensar, ¿Qué es lo correcto? En mi opinión parte de los buenos principios y valores que el ser humano aprende desde la niñez, inculcados en el entorno familiar y escolar.
Es importante que los adultos inculquen en las nuevas generaciones buenas costumbres, valores y principios que sirvan de ejemplo, esto los ayudara a forjar el carácter, que los lleve a la toma de buenas decisiones para hacer el bien a las demás personas y como consecuencia a ellos mismos.
Una persona con ética en su vida personal y profesional es una persona íntegra, feliz, porque todo está íntimamente conectado, porque somos lo que hacemos con nuestro tiempo, y el valor que le damos a lo que hacemos con amor, nunca termina de prepararse en su persona, porque día a día quiere mejorar en todos los aspectos.
Llevar una vida sin ética es como llevar una vida sin control, sin rumbo, sin propósito, sin valores, sin principios, y esto puede llevar a las personas a confundirse y a cometer actos antisociales e ilícitos.
La educación es fundamental para coadyuvar a las nuevas generaciones desde la enseñanza de la educación de la ética y los valores, íntimamente relacionados, los padres y los maestros deben tomarse esta educación en serio, porque que es muy importante para el ser humano.
Los adultos debemos darle importancia que la educación de la ética, es importante para formar ciudadanos con buenos valores y principios, el avance no será rápido, pero tarde a temprano dará buenos resultados en la sociedad, todos soñamos con una sociedad con carácter coherente forjado en base a los principios y valores. “Un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo” Albert Camus.
La autora del Artículo de Opinión es abogada y defensora de derechos humanos.