Por Verónica Martínez Vielma 

Hemos contaminado de manera indiscriminada, afectando la flora, la fauna, y en general a nuestro planeta, la contaminación ambiental nos ha rebasado, nunca nos imaginamos que se secarían ríos, lagos, manantiales, que tendríamos que pagar por agua embotella, o simplemente los recursos naturales se irían terminando poco a poco, no hemos concientizado lo importante que es tener agua en nuestros hogares o lugares de trabajo para uso diario.

En la actualidad algunas personas piensan que los actos pequeños, por ejemplo: llevarte la basura a tu casa y no tirarla en la calle, o no tirar la goma de mascar en las calles, no tirar las colillas de cigarros en las calles, ahorrar lo más posible y reciclar el agua, bañarte rápido, y cerrar bien todas las llaves de agua y si tiene alguna fuga de agua repararla lo más pronto posible, usar bolsas de tela para la despensa, no usar popotes, no usar plásticos, entre muchas otras acciones, no hacen la diferencia.

Sin embargo, tengo la firme convicción que todas estas acciones son importantísimas y si hacen la diferencia, porque si las realizamos poco a poco abonamos a la no contaminación y a revertir el calentamiento global.

No seamos solo espectadores del cambio climático que sentimos y vivimos con el paso del tiempo, como el exceso de calor en primavera, los fuertes fríos en invierno, o de las fuertes lluvias e incluso huracanes, temblores entre muchos acontecimientos naturales.

Seamos protagonistas y actuemos ya y ahora, aprendamos a vivir en armonía con la naturaleza y dejar a nuestros hijos e hijas un planeta sano deben ser los objetivos de nuestro día a día.

No basta con asustarse cuando vemos un vertido de petróleo en la televisión: es importante actuar y concienciarnos.

Recordemos que solo se vive una vez, luego entonces ayudemos a nuestro planeta a recuperarse, que se note que somos una especie que se equivocó, pero rectifico sus errores, se levantó y acciono. Amenos, cuidemos y protejamos nuestro planeta y a todo lo que en el vive.

 

 

  • La autora del Artículo de Opinión es abogada litigante y defensora de derechos humanos.

 

 

Por Génesis

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