Por México Desconocido 

Hay una gran historia tras la majestuosa construcción del Camino Real Sumiya. La propiedad perteneció a la señora Bárbara Hulton Woolworth, considerada una de las mujeres más ricas del siglo XX. Además del brunch y su arquitectura japonesa, este lugar es perfecto para una escapada de la CDMX

La propiedad del actual Camino Real Sumiya perteneció a la señora Bárbara Hulton Woolworth. Bárbara creció creyendo que nadie la quería, incluso sus padres, por lo cual la prensa la llamó “pobre niña rica”. Tras su divorcio con el actor de Hollywood Cary Grant, en 1945, Bárbara empezó a buscar un lugar donde construir su residencia de descanso.

Buscaba un destino que tuviera el mejor clima del mundo, gran magnetismo y raíces históricas, aspectos que encontró en Jiutepec, Morelos. Fue así como tras seis años de trabajos, la residencia se terminó de construir en 1959  para ser escenario de su séptimo y último matrimonio con el príncipe vietnamita Raymond Doan Vinh Na Champassak.

Barbará llamó a la residencia “Sumiya”, palabra formada por tres fonemas japoneses que significan lugar de paz, tranquilidad y longevidad, y como símbolo se eligió una flor de loto con tres espadas convergentes que representan la sabiduría y el amor.

Como tenía un gran gusto por la cultura japonesa, decidió decorar la residencia con ese estilo, sin embargo, cuando llegó a México se enamoró de nuestro país, así que la decoración final fue una fusión de ambos.

Esa mezcla es especialmente notoria en el Teatro Kabuki, réplica del teatro de la antigua ciudad de Kyoto, que ella mandó construir dentro de la propiedad. Otro aspecto que motivó la construcción de la residencia en Jiutepec fue la cercanía con el volcán Popocatépetl que a Bárbara le recordaba el monte Fuji, el más grande de todo Japón.

A pesar de haber sido una mujer muy rica, Bárbara murió sola y en la pobreza a los 69 años de edad. Tras su muerte, sus propiedades quedaron abandonadas, entre ellas la residencia de Jiutepec. Hace 25 años ya la propiedad pasó a formar parte de Camino Real, convirtiéndose entonces en hotel.

Lo que encuentras hoy en este lugar

Los huéspedes no solo podrán caminar por los jardines y disfrutar de las pagodas y la decoración japonesa, también pueden probar platillos orientales en el restaurante Sumiya de especialidades de cocina fusión asiática, en un ambiente sofisticado. Las especialidades gourmet del Lejano Oriente que se sirven en el restaurante incluyen platillos de las cocinas corena, tailandesa, japonesa y china, destacándose la barra de sushis, en combinación con un menú internacional que se cambia cada semana para ofrecer mayor variedad y novedad.

 

  • Información tomada del sitio web México Desconocido Historia www.mexicodesconocido.com.mx/conoce-mexico/historia

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