Por Chema Gálvez
Para los que me conocen, saben que la música forma parte muy importante de lo que soy, se podría decir que me apasiona, en sí las artes tienen un lugar privilegiado en la concepción del mundo que me he creado. Mi padre fue actor en la época dorada del cine mexicano, alumno de Seki Sano maestro de actuación de muchos famosos de ese tiempo, algunos talentosos, otros solamente “caritas”, él tenía suerte, además de talentoso, bastante “carita.” Mi madre, espléndida bailaora de flamenco, delgada y espigada y con una pinta ibérica que ni el jabugo, todavía me acuerdo de su escondite en donde celosa guarda sus castañuelas protegidas en su pequeña bolsita, donde pacientes esperan la orden de entrechocarse al ritmo que se les imponga, en su casa vigilan la sala y el comedor dos pequeñas fotografías vestida de ocasión esperando la obligada ovación de pie y un: ¡Olé!
El arte ahora parece inexistente, la ciencia no se diga, pareciera que todo estorba volviéndose inútil y peligroso, cómo cualquier institución autónoma que ahora se ve acorralada, criticada, señalada y rasurada, el más claro ejemplo el INE, este instituto que en mi muy humilde opinión ha sido uno de los logros más importantes de la sociedad mexicana, valdría la pena recordarle que esta institución validó el triunfo de nuestro Tlatoani sumando la de sus caballeros águila y jaguar que fueron también validados para las diferentes gubernaturas, diputaciones y presidencias municipales de la 4T.
En vez de intranquilizarme busco la serenidad y en un frío análisis derivado de la visita a los Estados Unidos, veo que todas las atrocidades alentando el constante encono, ataque y amague a todo lo que represente una opinión diferente es solamente una manera ideológica de darle al pueblo sabio lo que quiere escuchar, dirían unos, distractores y sí, pero éstos le están costando mucho a México, distractores para avalar el desfiguro saqueando voluntades, robando la esperanza y oportunidades.
En octubre fueron retenidos en nuestra frontera norte más de sesenta mil connacionales, es decir a razón de dos mil paisanos diarios, no nos confundamos, la crisis no es exclusiva por el paso de caravanas de centroamericanos y caribeños, ¡no es de mexicanos que huyen por causas laborales y económicas y obvio, por la brutal violencia en la que se vive a diario! Aquí manda la delincuencia organizada ¡abrazos, no balazos, qué ridículo! Hoy al corte de caja tenemos dos gobiernos, el interno que es ideológico y el externo, obediente, sumiso y diligente; “Y recuerda Andrés ¡no a la reforma eléctrica! “, así será Sr. Biden, ¿alguna otra cosa además de detener a más narcos? si de parte de algunos del pueblo sabio…MÚSICA DE VIENTO.
- El autor del Artículo de Opinión es Consultor y Conferencista.