Por Chema Gálvez
Tenía dieciocho años cuando fue el mundial México 86, como todos los mundiales y apoyados por una generación de jugadores de calidad como Manuel Negrete, Tomas Boy, Javier Aguirre y Hugo Sánchez, todos en el país teníamos grandes expectativas, dicen que soñar no cuesta nada y este mundial, no era la excepción. Por lo regular las selecciones anfitrionas hacen un muy buen papel, y en este caso tampoco fue la excepción como tampoco lo fue el quedarse en el camino como nos ha pasado en todos los mundiales, ese chocante y común “ya merito”, que incluso se ha convertido en una especie de sello o distintivo del mexicano, en fin, la verdad es que a mi me resulta trágico.
Este fin de semana, los logros deportivos nos recordaron que compartimos muchas cosas en común, se nos erizó la piel el ver nuestra bandera y cómo festejamos millones como uno solo. Por un lado en el box, con la victoria de Canelo Álvarez que logró el campeonato mundial supermediano indiscutido, en el golf con Carlos Ortiz obteniendo el segundo lugar en Mayakoba, y por último el nacimiento de un ídolo, el Checo Pérez con el carrerón que paralizó al país entero y su sufrido tercer lugar, ¡Qué caray!
Todo esto en lo deportivo, pero ¿Hay algo más de lo que pudiéramos sentirnos orgullosos además de nuestras tradiciones y la unión que demostramos ante los desastres naturales y específicamente en los terremotos del ochenta y cinco y dos mil diecisiete?, veamos:
Somos campeones en obesidad infantil y de adultos, líderes indiscutidos en la trata de personas, exitosísimos en el trasiego de droga, no tenemos igual en los asesinatos a periodistas, de feminicidios, mejor ni hablamos, no nos quedamos atrás, en estos temas estamos al tu por tu con quién nos digan, y qué decir de contar con las ciudades más violentas del mundo. ¿Qué les parece en cuanto a la falta de transparencia?, seguramente si existiera el premio al subejercicio presupuestario también lo ganaríamos y la joya de la corona en este sexenio, la impunidad y la corrupción.
Sobre este tema quizá no esté del todo informado pero nuestro tlatoani ¿Va a la ONU a hablar sobre la corrupción? O no me han dicho nada y va a recoger el premio al top tres de la corrupción, pregunto: ¿Vamos a ser partícipes de los atropellos a los que estamos expuestos a diario y a la ineptitud de los que nos representan?, como dicen mis hijos ¿Neta? Tendríamos que ser resistencia civil y organizada que exija, claridad y acción, a mí no me representan las bandas de cuatreros y desfalcadores que deciden por nosotros, hoy es momento de jugar nuestro papel y ejercer el papel del gobernado, hoy es el día para dar y abrirle paso a la buena gobernanza, ¡qué tristeza!, México…TIERRA DE CAMPEONES.
- El autor del artículo de opinión es actualmente Consultor y Conferencista. Fundador de GRC Consultores.