DE AZÚCAR Y SAL
POR: Lisset Vildózola y Marley Flores
Como buenas mexicanas, disfrutamos al máximo esta temporada llena de sabor y color, llena de aromas que nos recuerdan los gustos de nuestros abuelos y en tiempo de pandemia, añoramos las grandes verbenas de las calles en los municipios de Morelos, con niños pidiendo calavera, con ofrendas en cada casa, altares como de concurso, enormes, llenos de pan, dulce de calabaza, tamales, mole, mezcal, fruta de temporada y todo lo que los difuntos disfrutaban en vida.
Siempre este tiempo nos recuerda el sabor de la calabaza en tacha, esa que se prepara a fugo de leña, que se cocina lento con pura miel de abeja y canela, recogiendo el sabor ahumado, con un olor intenso que se percibe a kilómetros, sin duda sabores que matan de placer.
O el arroz con leche, el que dura horas cocinándose en el anafre, moviendo, moviendo la cazuela y vertiendo litros y litros de leche pura de vaca, mientras alcanza la textura y sabor correcto, se le agrega azúcar y canela; el resultado es un delicioso dulce de arroz, que sólo se preparaba en esta temporada.
Ay sabores de entonces, ay sabores de antaño, cómo añoramos sus aromas, sus sabores, cómo los extrañamos.
Extrañamos también los mercado llenos de flores rojas, amarillas, moradas, el olor a copal los dulces de temporada, calaveritas en dulce, mazapán con formas alusivas a la temporada, todo lleno de sabores enormes, por supuesto el pan de muerto, el de horno de leña el que se coloca en grandes canastos, en los mercados de Morelos.
Ay sabores de antes, ay sabores viejos, cómo pensamos en ustedes, cómo pedimos que regresen.
Poco a poco vamos recuperando los deseos de salir nuevamente, de celebrar y de reír en esta época del año, recordando a quienes ya no están; poco a poco volvemos a vivir, luego de un tiempo muerto y apagado por el encierro.
Disfruten esta los sabores y olores de esta temporada, mantengamos viva la tradición.
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