Por Chema Gálvez
Chespirito fue acompañante de muchos de nosotros, en mi caso, cenaba viéndolo, era el premio a mi ajetreado día de futbol o natación según el día de la semana, de tarea, diario hacía las planas que me dejaran y una vez al mes estudiar para los exámenes mensuales. Mis hijos ahora se preparan para los exámenes bimestrales o trimestrales, ¡Que envidia!
Fue quizá en mi adolescencia que me di cuenta del impacto que generó Chespirito en toda Latinoamérica, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Venezuela en ese tiempo país rico y en la vanguardia del desarrollo urbano…cómo cambia el mundo.
Sus frases maravillosas aún perduran en su ausencia, “no hay de queso nomás de papa”, “se me chispoteo”, o “fue sin querer queriendo”, sin duda un genio, rey de la comedia blanca. Creó un modelo televisivo en dónde estaban representados todos los personajes de la sociedad mexicana de los años setentas, el profesor, el cartero, la niña presumida, el niño mimado, el papá soltero, la solterona y el entrañable “Chavo del 8” y cómo olvidar el atrevimiento de crear un héroe mexicano “El Chapulín Colorado”.
Los héroes que llenan el contenido de los textos literarios quedan en la historia, todos aquellos con los que hemos conformado la imagen y la identidad del México del que somos parte y del que nos sentimos orgullos ya no están , persisten en el colectivo por el adoctrinamiento disfrazado de educación, héroes que se gestaron por la simpatía y el interés que da el estar cerca del que detenta el poder, pero cuántos héroes vivos no existen bajo el manto de la invisibilidad, héroes que aguantan jornadas mal pagadas, heroínas maltratadas y juzgadas por el crimen de serlo, niños abusados y explotados, cofradías heroicas con vestimenta de familias que comen una vez al día cuando están de suerte, esos sí son héroes, qué ganas de que emerja uno que ayude de verdad por el solo hecho de hacerlo como la virtud humana que es, ¿En dónde estará?.
De que parte saldrá el tapado con el chipote chillón que cambie vidas y a pesar de y contra todo sirva al menos afortunado, quién dirá “Síganme los buenos” para evitar que los morelenses se vayan del estado expulsados por el abandono y el desinterés de los gobernantes para ¡Que no cunda el pánico!, quién plantará cara a los que se sirven del dinero que nos corresponde para salud y seguridad , digo, por lo menos, ¡Por favor díganme quién!…¡OH!, Y AHORA QUIÉN PODRÁ DEFENDERME!.
- El autor del Artículo de Opinión es actualmente Consultor y Conferencista. Fundador de GRC Consultores.