Por Miguel Ángel Alarcón Urbán

Hablar del reposicionamiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Morelos en las últimas elecciones, es necesario mirar atrás y ver cuál  ha sido la actuación de los dirigentes estatales en las  dos décadas que anteceden al actual 2021.

Desde 1988, el CDE del PRI Morelos ha tenido en Rubén Román Sánchez a unos de los dirigentes que con creatividad y capacidad oratoria improvisaba discursos que mantenían la hegemonía y solidez estructural de la militancia tricolor.

En los primeros años del sexenio de Antonio Riva Palacio López, el PRI tenía una supremacía  política aun y cuando la izquierda local empezaba a tomar forma, ya que desde una óptica imparcial, el PRT venia impulsando la rebeldía que significaría una piedra en el zapato de ARPL y a la postre sería la primera víctima del gobierno salinista, José Ramón García Gómez.

Sin embargo, el PRI como partido tenía un buen presidente estatal, su sucesor, Jorge Meade Ocaranza, habría de enfrentar los embates de la naciente izquierda, razón que serviría para cumplir con su tarea partidista y enfrentar así, una ausencia por más de diez largos años.

Llegaría el sexenio de Jorge Carrillo Olea y con ello, nuevos dirigentes del CDE del PRI, tras la salida de Meade Ocaranza, cabe la aclaración que este análisis, no es cronológico, sino que representa el desglosar las acciones de quienes a la postre enfrentarían la más dolorosa derrota del tricolor, y pese a todo su papel fue bueno y en algunos casos excelentes,  como lo fue la presencia de Laura Catalina Ocampo Gutiérrez, valerosa mujer que tuvo una dirigencia a modo y supo responder exitosamente al primer priísta del estado.

Otra mujer, Maricela Sánchez Cortés, tuvo que cargar con la derrota histórica de un PRI sorprendido por Acción Nacional y el cansancio gubernamental  de un pueblo que no quiso saber más de las corruptelas de un partido que había gobernado por más de  70 años a todo el país. El hartazgo social tuvo por fin sus efectos y por primera vez un partido diferente nos habría de gobernar lamentablemente tan mal que a tan solo 12 años de gobierno la gente le volteo la espalda.

Hay muchos nombres de dirigentes  del CDE del PRI, recordemos algunos de ellos,  Jorge Trade Nieto, hombre leal al sistema y dirigente además de lo que fue el experimento más triste del PRI al intentar renovarse desde sus estructuras,  UNE Ciudadanos en Movimiento, unas siglas que suplieron a la histórica  Confederación Nacional de Organizaciones CNOP y que ante el fracaso total se regresó a las siglas del sector popular de siempre.

Francisco Arguelles Vargas, profesor y ex director del IEBEM, hombre de lealtades y disciplinas llegó a la dirigencia estatal del PRI por breve espacio y cumplió con creces su responsabilidad, otro líder estatal priísta fue Samuel Palma Cesar, quien cargo con una histórica derrota misma que obligó a la dirigencia nacional fijar los ojos en la recuperación del priísmo morelense.

Rodolfo Becerril Straffon, Fernando Gutiérrez Nava, Guillermo del Valle Reyes, Juan Salgado Brito, Amado Orihuela, Eduardo MacMahon, Joaquín Magdaleno, Manuel Martínez Garrigós, todos en sus respectivos  momentos tuvieron su responsabilidad, pero lo que más fracaso representó fue sin duda la de Martínez Garrigós quien aún y todo el esfuerzo sucumbió ante Graco Luis Ramírez Garrido Abreu.

No son todos, pero son los mejores hombres que han dirigido al Partido Revolucionario Institucional en los últimos 20 años, enfrentaron las derrotas más dolorosas, y dieron la cara por ello, siguen vigentes en la lucha política,  esperemos que junto con las mujeres que hoy quieren participar en política sigan poniendo el corazón, la entrega y la pasión por el Partido Revolucionario Institucional.

 

  • El autor del Artículo de Opinión es actualmente Coordinador de la Memoria Histórica de Yautepec.

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