Por Chema Gálvez 

No sé cuántas veces he transitado por la carretera de cuota México-Cuernavaca sin embargo de regreso cuando mucho me he parado diez veces exagerando. Hace menos de un mes regresaba de la ciudad, me moría de hambre e hice una parada obligada. Los dueños de las loncherías agitaban como capotes de torero trapos y los automóviles los toros de lidia, la verdad se la rifan toreándolos, pero el ganador no corta oreja y rabo aquí el premio es la venta del taco, los sopes y quesadillas de queso, chicharrón, huitlacoche o flor de calabaza.

Nunca me he preocupado por ser víctima de la delincuencia y no es que no me importe, solamente a mi manera me ocupo, jamás me han asaltado y si bien he experimentado algún robo jamás ha sido violento, he sido víctima de mis propios descuidos, le he dado la oportunidad al ladrón atento a vivir de lo ajeno. Últimamente he escuchado mucho de Tres Marías y si bien ha estado en el tópico preferido de las pláticas recientes el trágico accidente me ha llamado todavía más la atención la delincuencia de este lugar y el municipio de Huitzilac.

No sé por donde empezar, es más ni siquiera puedo encontrar la causa de tanta descomposición, a su normalización y a la falta de voluntad para hacer. Secuestros, robos de automóviles, venta de refacciones robadas y para cerrar con broche de oro, la oferta de mariguana, cocaína y algunas otras drogas de moda.

Los proveedores son parte de las reuniones de los motociclistas incluso pasan por la decoración del lugar. Esto ha existido desde hace mucho y siguen siendo ciegos, cómo es posible que sabiendo que ahí se tiene este tipo de negocios no se haga nada, no acuso al municipio o a sus autoridades solo no nos hagan pensar mal ¿el gobierno del estado y el municipio no se pueden coordinar?

Déjenme adivinar, en el gobierno del estado no hay con quien hablar, bueno porqué no mejor lo invitan un viernes a Artz el centro comercial de moda en la ciudad de México le encanta.

En mi mundo se puede y se debe hacer, pero ahora todo se permite nuestro tlatoani prefiere los abrazos, el beso y acusarlos con sus mamás, ¿no seria mejor acusarlos con la autoridad? Denunciar es poner tu vida en un hilo y esta es muy valiosa, en este país tiene más honorabilidad el que pisotea la ley, tristemente no hay garantías para poder ser un ciudadano activo, todo está al revés, el defensor de las buenas causas, del orden y los derechos fundamentales es criminal. Pues ya lo saben si quieren hierba para llevar, Indica, Sativa ó Híbrida…las TRES MARÍAS.

 

El autor del Artículo de Opinión es Consultor Conferencista. Fundador de GRC Consultores

Por Génesis

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