Por la Redacción
El investigador en temas de planeación urbana de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Rafael Monroy Ortiz, afirmó que Cuernavaca carece de una planeación para la valorización de las más de 400 toneladas de residuos que se estima son generadas en la ciudad.
Entrevistado sobre lo que implica que una ciudad cuente o no, con un sitio de disposición final de residuos o relleno sanitario, el investigador de la Facultad de Arquitectura de la UAEM, explicó que para el caso de la capital del estado no existe planeación de un lugar o espacio para depositar los residuos que generamos los ciudadanos.
Tampoco se sabe a ciencia cierta qué volumen genera la ciudad y peor aún, dijo, no hay alguna estrategia de separación de residuos, por lo que en términos de política pública, propone buscar mediante una planeación, el espacio para hacer un trabajo de separación y recuperación de aquellos componentes que pueden ser valorizables.
Un elemento más a considerar en el problema, señaló, es la falta de infraestructura necesaria para el depósito final de residuos, debe existir una distribución territorial en donde la ciudad tenga posibilidad de recuperar un porcentaje de residuos valorizables y darles tratamiento a los desechos orgánicos para disponerlos en un sitio que no generen conflicto ambiental, dijo.
“La pregunta es múltiple, no solamente queremos confirmar si Cuernavaca genera más de 400 toneladas de basura diarias, también si es posible reducir el volumen separando los residuos desde los hogares o si vamos a recuperar todo lo que sea sujeto de valorización, como el plástico que se utiliza para envasar agua, cartón, vidrio, metal”, manifestó.
Finalmente, Monroy Ortiz dijo que la disposición de los residuos es uno de los campos en los que ninguna ciudad ha avanzado lo suficiente, para disponer de un espacio adecuado para ello, así como en profesionalizar a los trabajadores de esa área o contar con una planeación adecuada para estimar la cantidad de residuos que se produce y las normas de equipamiento de las ciudades, que no contemplaron en su momento y se quedaron solo en la improvisación.