Por Verónica Martínez Vielma
La pandemia del COVID-19 es una emergencia de salud pública, pero es mucho más que eso, es una crisis económica, social y humana, que se ha convertido en una crisis de Derechos Humanos, íntimamente ligada a la dignidad humana.
La dignidad humana y la promesa de la Declaración Universal de Derechos Humanos, constituyen el componente fundamental de la labor de todas y de todos, por lo tanto, los Derechos Humanos no pueden ser una idea secundaria en tiempos de crisis.
Ahora nos enfrentamos a la mayor crisis global en varias generaciones, sin embargo, los Derechos Humanos pueden y deben guiar la respuesta a ¿Cómo visualizar una salida ante tal crisis?
Ante la recuperación de la COVID-19, las personas y sus derechos, deben ser lo primero.
Ver a través del prisma de los Derechos Humanos, hace que todas y todos, contemos con una expectativa de garantía, de que nadie se quede atrás.
La respuesta que da, la observancia de Derechos Humanos, puede ayudar a vencer la pandemia, haciendo hincapié en la necesidad imperiosa de atención sanitaria para todas y para todos.
Mas que nunca, los gobiernos deben de ser transparentes, receptivos, sensibles, empáticos, disruptivos y responsables.
El espacio cívico y la libertad de prensa son fundamentales, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, tienen funciones esenciales qué desempeñar.
En todo lo que hagamos no olvidemos nunca, que la amenaza es el virus, no las personas.
El virus amenaza a todas las personas, pero los Derechos Humanos favorecen a todas las personas; por lo tanto, al respetar los Derechos Humanos en estos tiempos de crisis, construiremos soluciones mas eficaces e inclusivas, para la emergencia de hoy y la recuperación del mañana.
- La autora del Artículo de Opinión es Defensora de los Derechos Humanos en Morelos y abogada.