Por Verónica Martínez Vielma
La decisión de estudiar derecho es importante, porque implica estudiar muy fuerte, son horas extensas de lectura, y sacrificar muchas horas de sueño por aprender y comprender.
Es interpretar desde la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Tratados Internacionales, los libros no solo de contenido jurídico, sino de todo tipo de contenido, hasta llegar a los códigos, leyes, reglamentos, sentencias, recomendaciones, acuerdos, etcétera; hasta comprender que, el derecho, es una verdadera ciencia y que requiere mucha disciplina.
La decisión de ser un profesionista y en particular un letrado del derecho, no se trata de ser un abogado postulante, o pertenecer a algún órgano de gobierno en sus tres niveles, o pertenecer a un órgano jurisdiccional o de impartición de justicia.
Es más bien un estilo de vida, que va más allá de buscar ganar o perder juicios, o de tener la razón.
Es más bien, poner tus conocimientos al servicio de la sociedad y buscar la tan anhelada justicia social.
Es contribuir a reconstruir el tejido social, lo que da sentido a un abogado, es realmente poder ayudar a las partes a que lleguen a una solución en su conflicto.
Un abogado no es bueno porque gana casos; fabricando pruebas o engañando a las autoridades jurisdiccionales.
Un buen abogado; es aquel que tiene principios arraigados, que es ético, analítico, sincero, honesto y se da el tiempo de escuchar a las partes (cliente y contraparte).
Un buen abogado, se convierte en un agente de la realidad, es empático, es objetivo, es imparcial, y su único objetivo es ayudar a las personas.
Cuando un abogado ayuda a las personas a solucionar su conflicto, es cuando todo toma sentido, te das cuenta de que las horas extensas de lectura, desvelos, todas las cosas que sacrificas por tu carrera, valen verdaderamente la pena.
Una abogada o un abogado, también es amigo, consejero, terapeuta, psicólogo, analista, confidente, mensajero, y siempre tendrá una escucha activa y empática.
Muchas felicidades colegas, por la gran labor que realizan, y recuerden que ganar de forma justa; es realmente ganar, porque no solo gana el abogado y las partes, sino que gana, la sociedad.
- La autora del Artículo de Opinión es Defensora de los Derechos Humanos en Morelos y Abogada.