VISIÓN DE MUJERES

Por Berenice Cano y Velia Duarte

Hace dos semanas las que escribimos este artículo fuimos despertadas por un ruido estrepitoso y vimos por la ventana que unas personas estaban destrozando con hachazos unos frondosos árboles, con más de 30 años de vida; árboles que daban sombra y era hermoso ver como se mecían sus ramas siempre verdes, con el viento.

Salimos a preguntar el porqué de ese destrozo, les había pagado una vecina para quitarlos. Les explicamos que debían tener un permiso y como respuesta, recibimos una amenaza “no saben con quien se meten”.

Quisimos evitar este ecocidio, llamando a la policía, a la patrulla ecológica, Guardianes de los Árboles, etcétera, etcétera, pero todos hicieron caso omiso y poco les importó ese salvajismo contra la naturaleza.

Solo Guardianes de los Árboles nos contestó cinco horas después, cuando los árboles estaban ya destrozados. Nuestro interés era que se salvara al menos un árbol y no solo una multa a quien los cortó.

Esto sucede quizá en toda Cuernavaca; la ignorancia de la gente y la poca solidaridad, está llevando que nuestra ciudad se convierta en un páramo. Pocos están enterados del calentamiento global a causa de la deforestación que se lleva en el mundo.

Aquí en Cuernavaca se destrozan árboles porque tiran hojas y se van a sus portones o como dijo una vecina “los árboles no sirven para nada” (y eso que es una profesora).

Hay un cambio muy radical en nuestro clima, en nuestra ciudad ya poco llueve y estamos padeciendo por falta de agua y pocas personas saben que la deforestación causa sequías. Pero así somos los habitantes de la otrora hermosa Cuernavaca, llena de vegetación y árboles añejos; ahora tenemos una ciudad caótica, con las calles sucias, basura en las esquinas, tiran escombro, televisiones, gatos y perros muertos.

Tenemos que tener conciencia y pensar en nuestra descendencia y qué planeta les vamos a dejar; un mundo que era bello, pero que nosotros mismos destruimos por omisión, por ignorancia y apatía. Porque nunca hemos levantado la voz para protestar al ver la destrucción que han hecho de nuestro Estado y menos por el mundo.

Para conocer el funcionamiento de los árboles en nuestro entorno, aquí ponemos esta información:

*atrapan partículas contaminantes

*controlan la temperatura

*reducen la contaminación auditiva

*promueven la biodiversidad

*ayudan a respirar aire limpio

*absorben agua escurriente

*un solo árbol absorbe la contaminación de 100 carros

*ayudan a combatir el cambio climático

Diversos científicos han dicho que, si no hubiera tanta deforestación en el mundo, este virus (COVID 19) no hubiera sido tan mortal y no hubiera avanzado tanto; pero nosotros mismos estamos contribuyendo a la destrucción del planeta. Y si no protegemos la biodiversidad tendremos la aparición de nuevas pandemias. “En general la pandemia del covid 19 nos provee una oportunidad de repensar, no solo la prevención de enfermedades, sino un modelo de coexistencia con el planeta”

Muchas personas se juntan en sus iglesias o templos a pedirle a Dios que nos proteja y nos ayude en esta pandemia; pero se les olvida que Dios nos dejó un mundo con mares limpios y hermosos ríos llenos de cristalinas aguas y una gran vegetación; pero todos los habitantes del planeta no hemos sabido cuidarlo. Y terminamos este artículo con un fragmento de un poema de la extinta Gabriela Mistral, chilena, escritora y una gran educadora.

¡Árbol, que no eres otra cosa

Que dulce entraña de mujer,

Pues en cada rama mece airosa

En cada leve nido, un ser!

#Morelos

Por Génesis

Un comentario en «Los árboles son sagrados»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *