Por Marco Antonio Alvear Sánchez
Los ciudadanos desconocemos cual será el resultado de las elecciones del próximo 6 de junio en el estado de Morelos, de lo que si estamos seguros es que participaran 23 partidos políticos, con un número importante de candidatos, que será un proceso caro y desgastante tanto para los candidatos como los ciudadanos que estamos atentos al desarrollo de la contienda electoral.
Un ejemplo de ello son los candidatos que aspiran a ocupar una diputación a nivel local, desde el inicio de las campañas comenzaran a prometer cosas que en uso de la razón y del sentido común no podrán realizar, y se quedaran como tantas promesas incumplidas o como buenos deseos, tomándonos de nueva cuenta el pelo a los ciudadanos.
Por eso los ciudadanos cuando los recibamos en nuestro domicilio o colonia pidiendo el voto, tendríamos que cuestionarlos, preguntarles de manera responsable cómo piensan llevar a la práctica todo aquello que están prometiendo, de esa forma nos podríamos percatar si estamos ante la presencia de una persona que tiene propuestas concretas, con fundamento que son proyectos viables, o si estamos ante la presencia de un profesional de la mentira de los que abundan en nuestra llamada clase política.
En las campañas es muy común escuchar algunos candidatos a diputados locales prometer que van a mejorar la seguridad pública, que construirán más hospitales, más escuelas, que pavimentaran un número considerable de calles, que llevaran agua a las colonias más necesitas del servicio, que mejoraran el alumbrado público, etc… De antemano todos ellos saben que ninguna de esas promesas las van a poder cumplir, porque no están dentro del ámbito de competencia del Poder Legislativo. Quien puede llevar acabo dichas acciones es el titular del Poder Ejecutivo, conviene recordarles que la única facultad que tienen los diputados es la aprobar los recursos para realizar dichas tareas.
De ahí la importancia que los candidatos a diputados locales incluso aquellos que buscan la reelección nos expliquen a los ciudadanos cómo llevaran a la práctica sus promesas de campaña. Estoy seguro que la gran mayoría de ellos guardara silencio, el formularles esta pregunta evitara que nos equivoquemos al elegir a personas que lo único que harán al momento de ocupar una curul será cobrar y perder el tiempo. Los efectos de tomar malas decisiones están a la vista de todos un ejemplo es la actual legislatura, donde en contadas ocasiones se han podido reunir los diputados para sesionar, dejando de lado una agenda legislativa importante de asuntos pendientes por aprobar, todas esas iniciativas detenidas en el congreso inciden en nuestra vida diaria, en materia de salud, de seguridad pública, de educación, en materia de justicia, de empleo, de economía, de ahí la urgencia de que nuestros representantes populares sesionen y aprueben en lo inmediato dichas iniciativas.
Es por ello que los ciudadanos del estado de Morelos debemos de analizar de manera responsable, a quien le vamos a entregar nuestro voto el próximo 6 de junio. Si queremos que nuestra entidad federativa siga rezagada, con un Congreso paralizado con diputados que están más preocupados por su relección que por su trabajo, o si por el contrario queremos un Congreso cuyos integrantes se conduzcan con un activismo legislativo responsable que contribuya a mejorar la vida de quienes aquí vivimos.
Por eso es que, antes de ejercer ciudadanía los morelenses debemos exigirles a todos los candidatos a diputados locales nos expliquen con razones y argumentos cómo piensan hacer posibles sus propuestas de campaña.
La elección intermedia definirá el rumbo que habrá de tomar el estado en los próximos tres años, de nosotros los ciudadanos dependerá el futuro de nuestra entidad federativa.
Ojalá los morelenses estemos a la altura del momento y podamos elegir de manera responsable a nuestros representante populares. Si los ciudadanos no lo hacemos, nadie más lo hará por nosotros y de nueva cuenta seremos testigos de las promesas incumplidas de los políticos.
- El autor del Artículo de Opinión es profesor universitario y abogado postulante.