Por Luis Jorge Gamboa Olea
En América Latina y el Caribe alrededor de 30% de mujeres y niñas han sufrido alguna agresión física o sexual por parte de sus parejas o exparejas, según datos de la OMS. El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se celebra el 25 de noviembre desde 1981 en conmemoración por el asesinato de las hermanas Mirabal. Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, conocidas como las “Las Mariposas”, eran tres activistas políticas de República Dominicana.
Inspiradas en el triunfo de las revoluciones contra las dictaduras en algunos países de Latinoamérica a finales de la década de 1950. Fueron torturadas y encarceladas en varias ocasiones por su activismo, aunque siempre acababan siendo liberadas. Pero el 25 de noviembre de 1960 fueron secuestradas y apaleadas por agentes del Servicio de Inteligencia Militar dominicano, siguiendo órdenes de Trujillo. Sus cadáveres se encontraron en el interior de un vehículo que había sido despeñado por un precipicio simulando un accidente.
El asesinato desató protestas en República Dominicana, y las hermanas Mirabal pronto se convirtieron en un símbolo latinoamericano de la lucha contra la violencia de género. Durante el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe de 1981 se propuso reconocer el 25 de noviembre como el día contra la violencia hacia las mujeres.
A partir de entonces se organizaron movilizaciones en Latinoamérica en la fecha señalada, que se fueron extendieron a otros países del mundo. En 1993, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, definiendo el concepto de violencia contra la mujer y reiterando el derecho de las mujeres a la igualdad, la seguridad y la dignidad. Finalmente, en el año 2000, la ONU declaró oficialmente el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Por medio de la Convención de Belém do Pará, los Estados Parte acordaron que la violencia contra las mujeres: “…constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades”“…es una ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres” “…trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión y afecta negativamente sus propias bases”.
La Convención de Belém do Pará, establece por primera vez el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia. Este tratado interamericano de derechos humanos ha dado pauta para la adopción de leyes y políticas sobre prevención, erradicación y sanción de la violencia contra las mujeres en los Estados Parte de la Convención, formulación de planes nacionales, organización de campañas e implementación de protocolos y de servicios de atención, entre otras iniciativas; y ha sido un aporte significativo al fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Ante esta situación, y coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, 3 medidas que pueden contribuir a erradicar este mal que afecta a las sociedades latinoamericanas desde hace demasiado tiempo. Creación y profundización de leyes: un total de 20 países de América Latina y el Caribe cuentan actualmente con leyes de violencia contra las mujeres, aunque sólo en ocho se asignan recursos específicos en su presupuesto nacional. Empoderamiento económico de las mujeres: La dependencia económica y la insuficiencia de ingresos constituye un factor que incide en la permanencia de las mujeres en situaciones de violencia. Fortalecimiento de las políticas públicas que favorezcan la inclusión de la mujer en la vida social y económica: es necesario implementar programas de tratamiento de las víctimas y de los agresores/maltratadores, ampliar la oferta de los servicios públicos (salud, judiciales, empresariales y de reparación de daños) a las mujeres.
- El autor del Artículo de Opinión es actualmente magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en Morelos.