Por Berenice Cano y Velia Duarte
Toda gira, nada es estático y todo cambio produce incertidumbre, cuando nos cambiamos de casa, de ciudad, de trabajo; y así en nuestro país después de casi de 40 años de un gobierno represivo e inmoral, tenemos un cambio en nuestro gobierno; eso ha traído una efervescencia en la sociedad, unos añoran el antiguo régimen lleno de corrupción y otros con una esperanza de tener un mejor país más próspero, honesto, que puede resurgir de esa inmundicia en la que estuvimos por mucho tiempo. Para desgracia nuestra, gran parte de la sociedad siguió el ejemplo de nuestros gobernantes y nos volvimos corruptos, creemos que muchos, de un modo u otro entraron al moche y a la tranza.
Hasta hace dos años vivíamos en un país de lo insólito, como para Ripley, por años creímos todo lo que se nos decía en la televisión, era parte de nuestra vida diaria: “compren este detergente” “compren y compren y su vida será mejor” hasta que nos vendieron un presidente de telenovela y todos embobados con la boda, una vida llena de lujos, vestidos de las mejores modistas y viajes al extranjero. Y así vivimos enajenados, tanto, que creímos en lo que nos dijeron los “mexicanos ya nacíamos corruptos y tranzas, ya era parte de nuestra cultura” Y en nuestro país, en casi 40 años pasaron cosas increíbles; como cuando el Secretario de Gobernación del extinto presidente Gustavo Díaz Ordaz; Luis Echeverria (que tuvo mucho que ver en la matanza de Tlatelolco) después fue presidente de México. Otro caso insólito fue cuando un procurador de la República en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, contrató a una “vidente” para descubrir el cuerpo de un crimen. Y Así cada sexenio hemos tenido un show.
También está el de la niña Paulette que después de muchas investigaciones y que pasó más de una semana y media, donde policías entraban y salían y revisaban la casa ¡oh! ¡sorpresa! se dieron cuenta que ahí estaba la niña entre el colchón y la cama; cuando ya supuestamente habían limpiado la recámara. Otro caso asombroso es el montaje de un conductor y una televisora, que hasta problemas se tuvo con Francia, porque involucraron a una mujer de origen francés. Y todavía siguen en la cárcel algunos de los que acusaron injustamente; y el conductor está libre y hasta tiene un dizque noticiero en medios digitales. Lo más extraño, es que todavía hay quien le crea.
Aquí en Morelos también permea la inmoralidad y la poca conciencia social, pues en el hospital del ISSSTE de Cuernavaca, se robaron vacunas para COVID y en otro municipio se robaron un camión con tanques de oxígeno.
Cómo es posible que trafiquen con el dolor de muchos mexicanos, y no hay que olvidarnos como algunos ciudadanos agredieron a enfermeras y médicos que atienden en hospitales de COVID.
Y así por años hemos vivido en el engaño y en la burla, ahora este país está resurgiendo y cada uno de nosotros debemos cambiar por el bien y el futuro de las nuevas generaciones. Debemos dejar una nación libre de corrupción, cada uno poniendo un granito de arena y no hay que olvidar que se deben proteger y recuperar nuestras riquezas, ningún saqueo más y ningún engaño más.