ASÍ LAS COSAS
Por el Lic. J. Antonio Tallabs Ortega
Cuántas veces hemos escuchado la frase “Lo que se ve, no se Juzga”, sobre todo cuando se hace critica de alguna posición, situación o comentario y cuánta sabiduría encierra está bien definida alocución; en efecto, lo que es “a ojos vistos”, lo que esta “a flor de tierra” dijeran los campesinos, no necesita ser sujeto de veredicto, previa comprobación, no se juzga, pues.
Viene a colación, esta frase, para poner sobre la mesa, sobre el tintero dijeran mis amigos periodistas, algunos tópicos de lo que ocurre hoy en día en el ámbito de la materia o tema de la corrupción, entendiéndola a esta, de una forma, como la “conducta que se concreta por funcionario alguno en violación a la ley o a las normas éticas, que debe guardar y de la que obtiene algún beneficio personal o en favor de tercero alguno”; cabe señalar que bajo el concepto de la Secretaria de la Función Pública del llamado Gobierno de México, la Corrupción “Consiste en el abuso del poder para beneficio propio. Puede clasificarse en corrupción a gran escala, menor y política, según la cantidad de fondos perdidos y el sector en el que se produzca” (gran escala la ejercida por altos funcionarios y menor por menores) y visualizan a la Corrupción política como : Manipulación de políticas, instituciones y normas de procedimiento en la asignación de recursos y financiamiento por parte de los responsables de las decisiones políticas, quienes se (sic) abusan de su posición para conservar su poder, estatus y patrimonio”. Es de observarse que, al parecer, la ética, dentro de la visión y de las concepciones de la actual administración, no es algo que debe considerarse, ni siquiera se usa en sus conceptos oficiales; además, sus concepciones nunca refieren a los terceros que se pueden beneficiar de los actos del funcionario corrupto, usan definiciones truncas que tienen salidas legales y políticas.
Hoy quienes ejercen el poder, aseguran que ellos, los funcionarios de Morena, luchan contra la corrupción y es la principal bandera política que tienen para tratar de figurar ante la ciudadanía, distintamente de otras fuerzas políticas, además, han hecho de esta “lucha” su principal bastión político y dicen que por ello buscan sancionar a quienes en el pasado político incurrieron en esta lacerante conducta en agravio del patrimonio público de los mexicanos; sin embargo la realidad a dos años del ejercicio del poder, es muy discrepante de su discurso, ya que está a ojos vistos, su tolerancia a la corrupción y a la impunidad; desde su concepción sobre el tema, como se dijo, imprimen su modo de entenderlo y en obvio de razón, no llegan a comprender que la ineficacia en el ejercicio del poder también es sinónimo de corrupción, emiten nombramientos a los amigos del actual sistema sin importar si cuentan con la preparación necesaria para ejercer el cargo, no alcanzan a comprender que la improvisación en los actos de gobierno que hace que se multiplique el gasto también es corrupción, para ellos, la falta de censos de beneficiarios y de estrictas medidas para la transparencia en la aplicación de los programas públicos, no son evidencias palpables de corrupción (becas y adultos mayores de bienestar), recibir dinero de dudosa procedencia para financiar sus campañas lo toman como simples donativos, pero un tema grave, es la omisión de dar a conocer a los ciudadanos de la aplicación del presupuesto, de los gastos del gobierno en los diferentes programas, no hay estricta rendición de cuentas y estas no están claras y el tema toral e ineludible de esta administración, que es su falta de transparencia en la asignación de las obras y de los contratos públicos, tema que por cierto fue nota principal de ayer en Diarios Nacionales, donde se asegura que en materia de compras sin licitar el Gobierno Federal en 2020, llego al 80.3% de contratos entregados por asignación directa, es decir, no los sometieron a concurso alguno para lograr mejor precio y mejor servicio o producto, tan solo el 11.2% de las adjudicaciones se dieron mediante concurso público, como la ley ordena.
Lo que se ve no se Juzga, pero estos dineros ejercidos por el llamado gobierno de México, sin transparencia en su aplicación, constituyen favoritismos lucrativos que solo benefician a unos cuantos y según las notas periodísticas, rompieron todos los records al llegar los recursos públicos de los mexicanos aplicados a discreción para favorecer a un selecto grupo de proveedores del Gobierno, a la histórica cifra de 189 mil 488 millones de pesos; circunstancias que pone de manifiesto la Presunción de que el gobierno de Morena pudiera estar inmerso en Corrupción política a gran escala, según sus propios conceptos.
Así las cosas, pero porque sucede eso o porque se actúa sin recato o medida, en el ejercicio del poder?. La respuesta es simple y sencillamente porque los ciudadanos no están debidamente representados en la Cámara de Diputados, es decir, el manejo discrecional del erario público, de tu dinero, de nuestro dinero, del patrimonio de los mexicanos, se debe a que los representantes de los ciudadanos no están cumpliendo con su responsabilidad de ser un contrapeso de los excesos y abusos del poder del Ejecutivo; es en la Cámara de Diputados donde se autoriza el presupuesto de los gastos del gobierno y es esa instancia de gobierno donde se deben exigir cuentas de la aplicación correcta de los dineros de nuestros impuestos.
Lo que se ve no se juzga, pero vista la Cámara Federal de Diputados actual, se observa que es un Poder Legislativo de mayoría de integrantes del partido en el poder, de Morena y sus aliados (situación que por cierto no se tenía desde los tiempos del carro completo del PRI y hay que precisar que los gobiernos federales del PAN nunca tuvieron una mayoría en la Cámara), lo que les permite poder ser omisos en sus responsabilidades y cómplices y es por ello que resultaría en vano intentar el llevar a Juicio Político al presidente o a los integrantes de su gobierno por actos de corrupción, para llegar a la destitución e inhabilitación de los funcionarios actuales de Morena; hoy Morena tiene el control de la Cámara y solo hacen leyes y procedimientos que les son solicitados por el ejecutivo, están a sus órdenes y bajo su imperio y esos diputados que hacen las veces de chambelanes del presidente, tienen el descaro de intentar su reelección en las elecciones de junio del 2021, no les importa el pueblo, ni ser dignos representantes de la ciudadanía que trabajen en la búsqueda de los satisfactores sociales.
Una verdadera Cámara de representantes populares debe exigir que se rindan cuentas de los dineros del erario público, tiene la misión de velar que haya transparencia en la aplicación de los recursos de los mexicanos y tienen la obligación de someter a los cánones de la ley y la justicia a los miembros de otros poderes, ya que esta es una de las principales encomiendas soberanas que tienen atribuidas constitucionalmente,
Lo que se ve, no se Juzga, pero, el 6 de junio del 2021, tu puedes decidir por un genuino Poder Legislativo, por una verdadera Cámara de representantes populares, que haga realidad la soberanía de los poderes republicanos constitucionalmente establecidos, para que haya los necesarios contrapesos al abuso del poder.