Por Jessica Ortega
Ser mujer en México ha sido y sigue siendo una condena de violencia y muerte. Nuestra realidad, es la de toda una serie de violencias que van desde los estereotipos, los acosos, las violaciones y los feminicidios.
Toda esa cadena de violencias atentan contra nuestra vida. Esa realidad, moldeada por quienes ya gobernaron y profundizada por quienes hoy gobiernan desde la ignorancia y el conservadurismo, representa pasado.
México tiene un gobierno que nos invisibiliza, que ignora y minimiza el incremento de las violencias que vivimos; que recorta y elimina los presupuestos destinados para combatir estas desigualdades y con todo esto, nos está robando nuestro derecho a un futuro.
Ante esto no podemos quedarnos calladas, debemos alzar la voz, las niñas y mujeres de México merecemos un país más seguro, un país en el que podamos vivir libres, seguras y sin miedo.
Estas son 8 propuestas que hacemos para sacudirnos ese pasado y construir entre todas un futuro que se pronuncie en plural y en clave feminista:
1.- Sin nosotras no hay democracia. Debemos feminizar la política a partir del fortalecimiento de los derechos políticos electorales de las mujeres, de lo contrario México no podrá consolidar una democracia que dé pie a sociedades más igualitarias, horizontales, comunitarias y ciudadanas.
2.- Nos queremos vivas, libres y sin miedo; justicia para todas. Debemos detener la tentación punitiva, apostar a la desmilitarización, garantizar el acceso y la procuración de justicia con una verdadera perspectiva de género y contar con fiscalías especializadas en delitos contra las mujeres.
3.- Alto a la austeridad machista. La austeridad que perpetúa las desigualdades y nos condena a una vida de violencias es una austeridad machista. Para dejar esto en el pasado, se debe de legislar para todas, asegurar presupuestos y políticas fiscales que contemplen las necesidades de niñas y mujeres.
4.- Nuestro cuerpo, nuestro territorio: derechos sexuales y reproductivos para todas. Debemos de tener garantizado por parte del Estado el acceso a la educación y la salud sexual en cada una de las etapas de nuestra vida, bajo una visión laica, incluyendo el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos y no ser criminalizadas por ello.
5.- Ciudades para todas. Las ciudades deben (re)pensarse, planificarse y transformarse con una perspectiva de género. Las ciudades que queremos son espacios de convivencia en los que nuestras necesidades estén contempladas y en el que podamos movernos de manera libre y segura.
6.- Por una economía que priorice la vida y las personas, no los bienes. Nuestro llamado a hacer Un Nuevo Trato incluye contar con trabajo decente, que sea incluyente y equitativo, que garantice el bienestar con protección en la maternidad, el cuidado ante la enfermedad, el desempleo y la vejez.
7.- Por el cuidado de la Tierra con una visión ecofeminista. La explotación del medio ambiente tiene una conexión con la opresión de niñas y mujeres. Una Evolución sólo será posible reconociendo y honrando la lucha de las mujeres defensoras de la naturaleza, poniéndole un alto al extractivismo y lograr una Independencia de las energías fósiles.
8.- Un país de mujeres y personas diversas. Las mujeres en México somos heterosexuales, lesbianas, bisexuales o transgénero. Somos indígenas, negras o racializadas. Somos mujeres con discapacidades. Nuestro llamado es hacer un Nuevo Trato que visibilice la diversidad en las leyes, políticas públicas y reconozca los derechos y libertades que tienen todas y todos.
Llegó el momento de sacudirnos el pasado, dejar atrás la realidad de violencias que vivimos niñas y mujeres en México para apostarle a un proyecto de país feminista.
Uno que transforme la sociedad, que luche por las libertades desde una perspectiva interseccional en donde todas y todos quepan. Este es nuestro llamado a hacer Un Nuevo Trato por y con las mujeres, porque la Evolución Mexicana será feminista o no será.
- La autora del Artículo de Opinión es la Coordinadora Nacional de Mujeres en Movimiento.