Por Minerva Delgado

 

Entre la larga lista de temas que debe atender la LIV legislatura, se encuentra la designación del titular de la Auditoría General de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF).

Al proceso convocado por la Comisión Calificadora que preside la morenista Ariadna Barrera Vázquez se inscribieron 28 profesionistas, de los cuales únicamente seis son mujeres y el resto varones.

Una de esas mujeres es la actual encargada de despacho de la Entidad Superior, América López Rodríguez, a quien le ha tocado enfrentar los embates de la Fiscalía General del Estado (FGE) y de la Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción (FECC) de Juan Salazar Núñez, quien hace unos días comandó un impresionante operativo para ingresar a las instalaciones de la ESAF, en busca del expediente que contenía la denuncia de un ciudadano que alertaba de irregularidades financieras en la Fiscalía General, y que motivó la radicación de una auditoría en contra de la Fiscalía General.

Evidentemente, no es casual el “interés” que las Fiscalías muestran para hacer “tropezar” a la encargada de despacho y con ello generar inestabilidad en la institución. ¿A quién o quiénes les interesa bloquear el trabajo de la ESAF?,  y si me apuran aún más, ¿A quién o quiénes les conviene torpedear la aspiración de América López por lograr la ratificación en el cargo?.

Pues bien, mientras tanto la Comisión Calificadora del Congreso dio a conocer ayer jueves que los próximos días 26 y 27 de octubre cumplirá con la etapa de entrevistas a cada uno de los 28 aspirantes a dirigir la ESAF, tal como lo marca la Convocatoria. Después, los veinte diputados deberán decidir quién será el próximo titular de la ESAF, con el voto de las dos terceras partes del pleno, es decir 14 votos.

Al revisar la lista con los 28 nombres de los aspirantes, francamente hay muchos ahí que no tienen ninguna oportunidad de ser considerados, simplemente porque carecen de experiencia en un tema tan especializado como es la fiscalización de los recursos públicos.

La Convocatoria establece que los diputados deberán considerar, previo a tomar su decisión: sí la exposición en la comparecencia del aspirante, pero también su formación académica, su Plan de Trabajo que contenga la visión sobre el papel a desempeñar, en la especialización y experiencia en materia de control, auditoría financiera y de responsabilidades plenamente acreditada, y sus propuestas para fortalecer a la Entidad Superior de Auditoria y Fiscalización del Congreso del Estado de Morelos.

Será importantísimo entonces que  los integrantes de la actual legislatura consideren darle a la ESAF un perfil que garantice experiencia en los procedimientos de fiscalización y sus etapas procesales con el fin de que no se interrumpa la adecuada marcha de esa institución. La misma regla debe aplicar  en la posterior designación de los Auditores Especiales que son piezas fundamentales en el quehacer de la Entidad.

Optar por nombrar en la ESAF a alguien que llegue a aprender, implicará un alto costo para la institución, pero también para los morelenses que merecemos instituciones cada vez más profesionalizadas, en las que incluso se instaurarse el servicio civil de carrera con el fin de blindar a instituciones tan técnicas en su quehacer, como lo es la Entidad Superior, de los vaivenes políticos a los que cada tres años está expuesta.

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Nos leemos pronto. Buen fin de semana.

Por Génesis

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