DESTERRAR LA CORRUPCIÓN
Por Berenice Cano y Velia Duarte
Hace pocos días en la secundaria número 8 Pablo Torres Burgos, ubicada en el poblado de Ocotepec, se suscitó un problema entre los padres de familia y la directora de la citada escuela. Los padres acusaron a la maestra de incurrir en varias irregularidades, tanto en cuestiones monetarias como en el trato de este personaje hacia los alumnos de una manera despectiva, insultándolos con palabras no dignas de su cargo y diciéndoles que ella iba a terminar en la escuela con los usos y costumbres del poblado. El desenlace de este hecho bochornoso, fue que los padres de familia corrieron a la citada maestra.
Eso no debería pasar en ningún plantel educativo, pero este es el resultado de que, el Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos, es una de las instancias donde hay más corrupción; en los puestos directivos no se escogen a los mejores, sino a los que tienen mejores recomendaciones, ya sea que son familiares de la dirigencia sindical o de algún alto funcionario, así se distribuyen las plazas.
Esperemos que con la llegada de la gobernadora electa Margarita González Saravia se acabe con esta corrupción en la que se encuentra sumida esta dependencia, ya que ésta afecta a lo más preciado de la sociedad morelense, los niños. Y que, con los habitantes de esos poblados con tantas tradiciones, los directivos y maestros deben ser respetuosos.
En otro tema, el poder judicial sí debe cambiar, para desterrar la corrupción en la que se encuentra, y para muestra falta un botón; aquí en Morelos el fiscal que encubrió a un feminicida, está en completa libertad y ejerciendo como si nada, todo porque un juez igual de corrupto lo liberó.
Todos sabemos que ese poder es de lo peor, así que se debe de limpiar para que en México ningún ciudadano sea víctima de injusticias de algún juez.