¿CÓMO LE IRÁ A MARGARITA CON EL IEBEM?
Repaso
Carlos Gallardo Sánchez
Margarita González Saravia, virtual gobernadora de Morelos para los próximos seis años, tiene frente a sí un reto enorme en cuestión del servicio educativo, principalmente en el nivel básico. ¿Cuáles serán los criterios que ponga en juego, por ejemplo, para designar tanto al secretario de educación estatal como al director general del IEBEM?
Para decisiones de esa índole está obligada a mantenerse informada cabalmente sobre la honorabilidad y la trayectoria de aquellos que se le han acercado y que, seguramente, esperan ser tomados en cuenta.
En las redes sociales se manejan nombres y circunstancias, sobre todo en tono negativo, de grupos (no sé qué tan significativos, pero evidentemente enterados de lo que ha acontecido para mal en ese sector) que asumen una postura crítica. Coinciden en sus comentarios sobre algunos protagonistas como Eliacin Salgado de la Paz, Leandro Vique Salazar,, Marina Aragón Celis y otros pocos más.
Del actual director del IEBEM hay una corriente de opinión muy adversa. Sería un desatino mantenerlo por allí como funcionario público y mucho menos a quienes son sus principales compinches como Vicente Hernández, un tétrico personaje que lleva años al servicio de quien le solicita sus turbios oficios. Sobre Leandro Vique, se le conoce por su inclinación hacia la política (fue cercano al entonces diputado local priísta, Matías Nazario Morales), llegó a director de educación en el municipio de Cuernavaca y fue un influyente funcionario con el cargo de director de Desarrollo Educativo en el IEBEM, hasta que presuntamente rompió lanzas con Eliacin Salgado y se retiró abruptamente de ese cargo. A la par de su desempeño como supervisor escolar de primaria, se integró al equipo de campaña de Margarita González. Se le identifica como no afín a filiaciones de izquierda. Finalmente, Marina Aragón Celis, jefa de sector de primaria y ex directora general del IEBEM por dos ocasiones, tanto en un gobierno panista de derecha como en la administración de la fallida izquierda que encabezó Graco Ramírez. Además a Marina Aragón se le vincula con el “ave negra” del IEBEM, Vicente Hernández, quien tiene un negro historial en eso de humillar, grillar, sobajar a muchos empleados. Vicente Hernández, por cierto, acaba de ser nombrado subdirector de SICAMM. A estas alturas ¿para qué?
Por otro lado a Aragón Celis se le reconoce su congruencia sindical. Invariablemente ha cuestionado la política del grupo hegemónico, identificado históricamente como institucional. Por ejemplo, en las pasadas elecciones de hace un año, para designar al nuevo comité seccional, apoyó a la Planilla Oro, encabezada por Alejandro Trujillo, líder del Movimiento Magisterial de Bases (MMB). Por cierto, también se han publicado imágenes de ciertos personajes con Marina, con quienes simpatiza, dicen sus críticos. Ellos son, por ejemplo, el propio Vicente Hernández, así como Paul Pliego, que integró la Planilla Verde; Fernando Salgado, quien también formó su propia planilla. Ellos y otros adoptan una posición lejana al actual comité seccional e incluso contraria a las actividades que se emprenden en favor del magisterio sindicalizado. ¿Sabe eso Margarita, quien recibió el espaldarazo de la dirigencia seccional para su candidatura?
Ya se ve que la gobernadora electa tiene un serio compromiso al respecto. Desde acá, uno se pregunta: los que se mencionan y promueven por lo general son los mismos que han buscado en los años recientes espacios importantes públicos y gremiales. ¿No hay otros? ¿Está tan restringido el talento en el ámbito educativo para que no se busquen otras opciones menos vistas y menos desacreditadas?
Lo lamentable de todo lo anterior es que lo que menos importa es saber si los nuevos posibles funcionarios estarán comprometidos sustancialmente con lo que significa la Cuarta Transformación. ¿Asumen como suya la premisa política fundamental de Andrés Manuel López Obrador, que se sintetiza en la frase “revolución de las conciencias”, así como en los principios de no robar, no mentir y no traicionar? No hay que olvidar desde luego la propuesta del humanismo mexicano para legitimar el ideal gubernamental de “por el bien de todos, primero los pobres”. Al amparo de todo lo anterior, la gobernadora electa, Margarita González Saravia, se ha pronunciado recurrentemente decidida a sustanciar los seis años que fungirá como mandataria estatal. Ya dijo que está formando un gabinete fuerte y activo. ¿Eso sucederá en educación?
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