Por: Berenice Cano y Velia Duarte
Se termina un año más, la nostalgia y paradójicamente también la alegría nos invade. Este próximo año será el último de este sexenio presidencial que vino a cambiar a nuestro país para bien; se terminó aquel México siempre subordinado al imperio yanqui y a los intereses de compañías españolas. Se demostró que no somos colonia de nadie, México es un país libre y soberano.
Y a pesar de todo los embates de la oligarquía, de los empresarios, de los partidos políticos que por años estuvieron en el poder, de los medios de comunicación que un día sí y el otro también arremeten contra este gobierno, el pueblo no se ha dejado engañar y apoya al presidente y a su cuarta transformación.
Aquí en Cuernavaca, capital de Morelos, estamos sufriendo por la incapacidad de nuestras autoridades que equivocadamente elegimos. En estos últimos meses hemos tenido balaceras como de película de policías y ladrones, asaltos, robos de autos, sobre todo de camionetas, de llantas; y así variadito. Hace unos días hubo una balacera en los límites de Cuernavaca y el poblado de Ahuatepec, donde se expenden bebidas embriagantes y perdió la vida una mujer, también en otro punto de la ciudad, se registró la lamentable muerte de una maestra al oponerse al robo de su camioneta.
Y así terminamos el año, temerosos y nuestro flamante presidente municipal, salió con sus discursitos de siempre, dando poca importancia a lo que ocurre aquí en nuestra otrora hermosa Cuernavaca.