VISIÓN DE MUJERES

Por: Berenice Cano y Velia Duarte

La llegada del actual presidente de nuestro país, al cual todos los medios de comunicación critican; no fue una ocurrencia o imposición de algún país extranjero, sino del hartazgo de la sociedad, de años de estar pisoteando todos los derechos de los trabajadores, es de un coraje contra un Estado que quiso engañarnos, de que vivíamos en jauja, con sus telenovelas y con todos los medios de comunicación  a su alcance, siempre vivíamos con gobiernos manipuladores,  corruptos y represores a cualquier movimiento obrero; tenemos por ejemplo, de los años 1950 a 1960, movimientos  que terminaron en represiones. Uno de ellos fue el de los médicos que hacían su especialidad en los hospitales y pedían un aumento a su beca, ya que ellos eran los que tenían más carga de trabajo y poco tiempo para estudiar; nadie los escuchó y solo los reprimieron, a algunos se les quitó su beca y otros, para no ser encarcelados huyeron del país.

Otro movimiento fue el de los maestros de educación básica del Distrito Federal; pedían se respetara al líder sindical por el cual ellos votaron y no uno impuesto por el gobierno. Los reprimieron, encarcelaron a sus lideres, entre ellos a Othón Salazar, que estuvo preso muchos años y otros perdieron su trabajo. Un movimiento muy emblemático fue el ferrocarrilero, donde también votaron por un verdadero líder sindical, emanado de su gremio y no el impuesto por el gobierno; ganó el trabajador oaxaqueño Demetrio Vallejo, después de una larga lucha. El gobierno los acusó de comunistas, de recibir dinero de Moscú y vino una represión tremenda, donde todos los integrantes del sindicato y algunos obreros fueron recluidos en el campo militar número uno; se violaron todas las garantías constitucionales cateando casas, vigilando las pobres viviendas de las familias ferrocarrileras, creando miedo y terror; a muchos los dejaron sin trabajo, dejando a sus hijos en la miseria, con sus padres en la cárcel. Esos niños de ese entonces, crecieron con coraje y rabia, contra un Estado que les frustró su infancia y su felicidad.

Después vino la masacre del 68 y como si no hubiera pasado nada, se celebraron los juegos olímpicos, mientras unas madres lloraban la muerte de sus hijos, otras los buscaban. Una parte de la sociedad ni cuenta se dio de esa masacre, ya que la mayor parte de los medios de comunicación de ese entonces (y como hoy) callaron ante tremendo genocidio.

Y así siguieron los años, más movimientos, la guerra sucia, el levantamiento de Gerardo Vázquez y Lucio Cabañas, en Guerrero; el levantamiento de Madera en Chihuahua, más desapariciones de jóvenes, como el hijo de Rosario Ibarra de Piedra, que jamás lo encontró; más muertes, siguió el tráfico de drogas solapada por las mismas autoridades que dizque la combatían.

La mayoría de la prensa es la misma, vendida al mejor postor; solo queda la sociedad, el pueblo que en cuyas sus manos está el futuro del país, si quiere regresar a los gobiernos corruptos, a un país envuelto en drogas, pisoteado por las compañías extranjeras y por lo oligarcas; o un país libre y soberano, con gobiernos que se preocupen por los más necesitados y de que ninguna bota extranjera este encima de nosotros; el futuro de nuestro país, de nuestros niños y jóvenes está en nuestras manos. No debemos dejarnos manipular por algunos medios de comunicación traidores a la patria, queremos un país libre y soberano.

¡Todos a votar por la revocación de mandato!

 

 

Sobre las autoras del Artículo de Opinión:

Velia Duarte es profesora de educación básica, actriz, maestra de teatro y luchadora social.

Berenice Cano es profesora de nivel medio superior y superior, también se ha desempeñado como periodista.

Por Génesis

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