Birán

Por Manuel Martínez Garrigós 

 

“El Diccionario de Derecho General describe al testamento político como la manifestación de un jefe de Estado o gobernante donde se “recomienda a sus compatriotas o adeptos normas para su prosperidad o bienestar para la adecuada convivencia o predominio en el concierto internacional, o donde les señala los intereses permanentes que la historia y el presente marcan a su pueblo.”” https://www.elsoldemexico.com.mx Consulta realizada el 26 de enero de 2022.

La declaración del señor Presidente López Obrador, de los Estados Unidos Mexicanos, la intentaré analizar en dos vertientes: la política y la jurídica. En la primera me causó extrañeza ya que si algo sabe hacer en la cosa pública es comunicar, para eso es un experto, un gran maestro y tal vez por eso lo comunicó, aunque los gigantes de la consultoría política, aquellos que defenestró el gran Sociólogo, Max Weber, en su obra: “El político y el científico”, dirán, el gobernante jamás debe de demostrar públicamente sus debilidades mucho menos una enfermedad.

Por lo que me viene a la mente ese revolucionario, filósofo, matemático, político, académico, de izquierda, de origen europeo, pero de nacionalidad colombiana, Antanas Mockus, que reconoció tener mal de Parkinson y dicen los que saben ni la alianza con quien fuera su vicepresidente, el otro sorprendente de Medellín, Sergio Fajardo y la “ola verde” les alcanzó para ganar la presidencia de Colombia, en 2010 y fueron derrotados por el impresentable derechista Juan Manuel Santos. Incluso el perdedor Senador colombiano ha declarado en muchas ocasiones: “No me gusta que me traten como un enfermo”.

En lo jurídico tendría que observarse lo que nítidamente estipula el artículo 84 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dice que a la falta del Presidente de la República, en un término no mayor a sesenta días asumirá la primera magistratura el Secretario de Gobernación, si la ausencia se da en los primeros dos años, el Congreso de la Unión, con mayoría calificada, nombrará un interino y si es en lo últimos cuatro años un substituto. Pero bueno nadie en su sano juicio puede desear el mal y la muerte, mucho menos al Presidente, no es elocuente ni siquiera pensarlo.

Pero ya entrados en temas políticos y jurídicos vaya “papelón” que esta protagonizando en ambos rubros el que mal gobierna nuestro amado Morelos, el imberbe Cuauhtémoc Blanco. Un personaje de la cosa pública nacional que ha estado muy cerca de él, confió dos cosas, la primera que ya pontifica en materia política y la segunda que la mitad de su patrimonio es imposible de solventar jurídicamente. Sobre una y otra solo unas breves letras, la primera es de risa, pero con la segunda debería de tener cuidado, por mucho menos de eso negoció su salida del Gobierno de Morelos, Carrillo Olea.

 

 

El autor del Artículo de Opinión es abogado litigante y catedrático de la UNAM. 

Por Génesis

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