VISIÓN DE MUJERES

Por Berenice Cano y Velia Duarte

En el pasado sexenio, hubo un linchamiento en contra de las escuelas públicas, culpando a los maestros del atraso en la enseñanza en nuestro país. En todos los medios de comunicación se les denigraba, pero el propósito del gobierno, no era mejorar la educación, sino privatizarla; pero gracias a que millones de ciudadanos estábamos hartos de tanta corrupción y engaños, tenemos un nuevo gobierno que frenó lo que pensaban hacer, privatizar la educación.

No debemos culpar a los maestros del atraso educativo, sino a la maraña  burocrática en la que se convirtieron algunas Secretarias de Educación; un ejemplo de ello, es que los directivos de las escuelas, carecen de una preparación técnica  para el cargo, a veces llegan, sin ser jamás maestros de grupo y desconocen completamente cuál es su desempeño y actúan  como un pequeño monarca, como un supremo juez; ya que esas plazas eran otorgadas como premios, a quien  se sometía a las autoridades o a los lideres sindicales  charros,  o bien, a los recomendados de políticos  de alto rango.

La tradición era el silencio y no la crítica, la sumisión y no la rebeldía. Muchos maestros no son normalistas, sino ingenieros, contadores, etcétera, etcétera, que serán muy capaces en su profesión, pero esos pseudo maestros no tienen ni idea de lo que es la enseñanza, ni cómo tratar niños ni jóvenes; e igual que los directivos de las escuelas, muchos de esos profesores están por recomendaciones. En general, los maestros normalistas son responsables, cumplidos y a veces abnegados, ejercen su profesión en condiciones desfavorables, con bajos salarios; su profesión va más allá de la enseñanza.

El gobierno federal y los gobiernos estatales, tienen un arduo trabajo para mejorar los estándares educativos de nuestro país, erradicar por completo la corrupción en que se encuentran algunas Secretarías de Educación; mejorar los sueldos de los maestros y dar verdaderos cursos de actualización con personas capacitadas, nada de improvisaciones; los maestros como los médicos, siempre deben estar actualizados. Abrir nuevamente las escuelas normales, las escuelas para educadoras de jardín de niños, y apoyar a las escuelas normales rurales. Impulsar una pedagogía democrática desde abajo, surgida de la experiencia de los educadores, educandos y padres de familia. Luchar por la transformación revolucionaria de la sociedad; las escuelas necesitan un cambio radical, los mexicanos necesitamos una mejor educación para salir adelante. Y que nunca más se repitan esos actos bochornosos, en que los maestros tuvieron que dejar las aulas para marchar y protestar por esas acciones en su contra. Sin embargo, nos enseñaron que “aun marchando nos estaban enseñando”.

 

Sobre las autoras del Artículo de Opinión:

Velia Duarte es profesora de educación básica, actriz, maestra de teatro y luchadora social.

Berenice Cano es profesora de nivel medio superior y superior; también se ha desempeñado como periodista.  

 

Por Génesis

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