Por Chema Gálvez
La distancia así como el tiempo siempre me han intrigado, son conceptos que van más allá del propio significado. Ahora de adulto la distancia me pone en una posición de pequeñez y el tiempo de más misterio, la distancia y el tiempo juegan entre sí, danzan sin cesar alrededor de todos nosotros y al ritmo que les demos.
En mi búsqueda personal estas palabras intervienen en los objetivos que me he planteado en mi vida, y al comienzo de este año nuevo retumban en mi cabeza como algo todavía mas grande, es como si cada año que pasa entendiera menos de todo, pero a la vez experimento más calma, quizá es paciencia, sabiendo que todo cambia, que todo pasa y se acomoda, en fin, pensamientos de este loco aprendiz de la vida.
Subrayando estas dos palabras, tiempo y distancia, el círculo cada vez se hace más pequeño, me hacer reflexionar más sobre ellas ahora que la variante ómicron entró a mi familia. Antes, escuchar de algún contagio se veía muy lejano, muy a la distancia, pero el tiempo llegó. Mis dos hijos infectados por el virus y aunque su estado de salud es particularmente bueno, no deja de impactarme por un lado, el consuelo de que los ciclos van terminando y que los estados (no se entiende que estados) van cambiando.
Si bien, como lo han planteado varios especialistas, esta nueva cepa podría significar el comienzo del final de la pandemia, este pasaje personal me pone en perspectiva para poder recordar qué es lo que me puede quedar de bueno sobre esta experiencia y que sea tomado como aprendizaje. Si bien lo más notable de este suceso es que la vida puede cambiar de manera radical de un momento a otro, también me deja el incentivo de querer estar aquí para poder aprovechar todas las oportunidades que se me presentan en la vida (familia, trabajo, amigos etc.), es como si la firme razón que siempre me ha acompañado para participar en el curso de esas historias se fortaleciera todavía más.
No es cosa menor estar vivos y sanos en estos tiempos, somos sobrevivientes de una de las más complicadas pandemias que ha visto la humanidad. Tomemos pues responsabilidad de serlo, a nivel personal estoy seguro que en algo grande tenemos que estar involucrados, así lo espero y para eso me dispongo a participar en todo lo que sea positivo y que construya, y estoy seguro que tú que me haces el favor de leerme, también conoces o has tenido una experiencia personal que te hace pensar lo mismo. ¿Por qué no dar al hermano desconocido un abrazo, una palmada o una mirada de complicidad, el buen deseo para todos, la serenidad y la tranquilidad para transitar de manera grácil por esta vida, la vida amable, la vida en gozo?
En Morelos tenemos muchos retos, pero estoy seguro que EL ORGULLO DE MORELOS, el más grande, es su gente, mujeres, hombres, niños y niñas que todos los días salen a procurar un mejor futuro para los suyos.
Les deseo un gran año y sobretodo les recuerdo que siempre se debe de confiar. Sigamos cuidándonos y un gran abrazo aquí desde el …TIEMPO Y SANA DISTANCIA.
- El autor del Artículo de Opinión en Conferencista y Consultor.