Por Verónica Martínez Vielma
Existen formas de solucionar los conflictos; una de ellas, es la tradicional, en la cual, se acude ante juez competente, para que resuelva quién tiene la razón.
Sin embargo, existen mecanismos alternativos de solución de conflictos, que son formas autocompositivas de regulación, gestión, solución y transformación de conflictos.
Los métodos alternos de solución de conflictos, más allá de despresurizar la carga de trabajo de los órganos jurisdiccionales y de los abogados, son un área de oportunidad. Más aún, ante la situación de emergencia provocada por la pandemia.
Los medios alternativos son; la negociación, la mediación, la conciliación y el arbitraje; este último, aunque no es autocompositivo, es una forma poco explorada para solucionar los conflictos, sin desgastar tanto al sistema judicial, ya de por sí, desgastado.
En cuanto a la negociación, la mediación y la conciliación, se trata de crear una sinergia con las partes, y el objetivo principal, es lograr la solución del conflicto, mediante la comunicación, el diálogo y el entendimiento, con el objeto de llegar a acuerdos, que básicamente le dé fin al conflicto, a través de un convenio, que se deberá respetar voluntariamente, ya que las partes mismas lo crean; o en su defecto, ejecutar por la vía judicial.
Los componentes principales de la aplicación de estos métodos, son; los principios, la existencia de un conflicto, el proceso, plazos preestablecidos, un modelo de aplicación y el objetivo, es la exploración de la narrativa y lograr una solución.
Ante ello, los abogados tenemos una obligación moral con la sociedad, como agentes de cambio y romper el paradigma del concepto de conflicto.
Si contribuimos de esta manera, veremos una gran área de oportunidad ante nosotros, no solo de prestación de servicios, sino de reconstrucción del tejido social, ya que de las bondades que tienen estos métodos, es que son más rápidos, económicos y satisfactorios.
En mi opinión; en Morelos y en general, en México, se necesitan más centros de mediación y conciliación públicos y privados, con profesionistas especializados en el tema, donde las personas tengan confianza y acudan.
Colegas, debemos abrir nuestra mente a otras formas, a otras posibilidades, hay mucho que aprender.
- La autora del Artículo de Opinión es defensora de derechos humanos y abogada.