Por Verónica Martínez Vielma

Violencia contra las mujeres, viene de una relación de subordinación de la mujer frente al hombre, en la medida en que, de esta relación se dan todos los espacios, porque en todos los espacios hay hombres y mujeres, podemos decir, que, en esta relación se da en el espacio de la política, en consecuencia, son sobre los derechos políticos de las mujeres, siempre que la acción violenta busque afectar estos derechos políticos de las mujeres.

Podemos decir que la violencia política contra las mujeres son cualquier acción, conducta u omisión basada en su género, que cause daño o sufrimiento físico, psicológico, sexual o económico a una o varias mujeres, que tenga por objeto o por resultado, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos políticos.

Los derechos que se vulneran con la violencia política contra las mujeres son, el derecho a votar y ser elegida, el derecho a participar en condiciones de igualdad en todas las funciones públicas, el derecho a participar en condiciones de igualdad en todo tipo de espacios de la vida pública y esto incluye sindicatos, partidos políticos y toda una serie de esferas que no contemplamos.

La violencia política contra las mujeres ha ido en aumento, debido a la implementación de las medidas de paridad, es decir, aquellas medidas de acción afirmativa es que ha ido incrementado el número de mujeres en la política, esto ha hecho un choque por la disputa del poder, y esto hace que aparezca este tipo de violencia.

¿Cómo se manifiesta la violencia política contra las mujeres? Las manifestaciones son variadas, desde amenazas e intimidaciones a mujeres y sus familias que tengan por objeto o resultado menoscabar sus derechos políticos, acciones que restrinjan o anulen el derecho al voto libre, acciones que amenazan o agredan a las mujeres defensoras de los derechos humanos de las mujeres,  dañar en cualquier forma elementos de la campaña electoral, restringir los derechos políticos de las mujeres con base a la aplicación de tradiciones,  costumbres o sistemas jurídicos internos inconsistentes con los derechos humanos, acciones que divulguen imágenes, mensajes, o revelen información de las mujeres durante la campaña.

Tenemos que estar atentos desde las organizaciones de la sociedad civil, los partidos políticos, la academia, las autoridades electorales, las autoridades jurisdiccionales, para hacer que, cualquier mujer que quiera ejercer un cargo público o de representación popular, pueda hacerlo en una circunstancia libre de violencia, solo así tendremos democracias igualitarias y solo así podremos seguir construyendo estas democracias paritarias que México requiere y exige,  para que todos seamos en verdad igual ante la ley.

 

  • La autora del Artículo de Opinión es defensora de derechos humanos y abogada.

 

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