Por Víctor Hugo Díaz
¿Comprar o rentar una casa? ¿Qué me conviene más o qué conviene más a mi bolsillo? Seguramente tendrás ideas que se han generado por lo que opinaban tus abuelos o tus padres, que decían “es mejor pagar por algo que será tuyo” o “a para que pagar por algo que nunca te va a pertenecer” y hasta ahí podríamos decir que todo parece estar en lo correcto, pero hagamos una comparativa y revisemos los pros y contras de las dos opciones.
Primero veamos el tema de la compra de un inmueble, indudablemente si tienes el dinero para comprar tu casa de contado, podríamos decir que es una buena opción, aunque eso no garantiza que hayas tomado la mejor decisión. Entre las ventajas que podrías tener están no tener que pagar intereses por una propiedad, tener opción de poder conseguir un mejor precio a través de un descuento, podrás hacer uso de tu vivienda mucho más rápido y la percepción de mejor estabilidad económica, mientras que por el lado, entre las desventajas encontrarás que si piensas rentar tu inmueble recuperarás tu inversión en aproximadamente 16 años (con inquilino ininterrumpido y pagador) y si lo haces como una inversión, recuerda cuidar el principio fundamental que se refiere a la diversificación, por lo que si al comprar una propiedad estás jugando todo tu capital, estás poniendo todos los huevos en la misma canasta.
Si no has hecho un análisis adecuado, podría no ser tan buena opción y aquí tienes algunas de las desventajas; la mayoría de las personas no podemos comprar un inmueble de contado, estadísticas indican que el 89% de las compras de este tipo se dan a por medio de créditos hipotecarios, productos que en el mercado nacional tienen un interés promedio del 10% y además de que durante los primeros 5 años el 90% de tus aportaciones irán a los intereses generados, por lo que indudablemente terminarás pagando mucho más de lo que esa propiedad te costó en un inicio. Si estás pensando en tomar un crédito hipotecario para pagar una casa, departamento, bodega o terreno para rentarlo y con este pagar tus aportaciones a la institución financiera, déjame decirte que a falta de inquilino o falta de pago podrías caer en insolvencia o en la falta de pago a tu banco o financiera, lo que puede llevarte a perder tu inversión; adicional si eres de los que piensan que un inmueble siempre costará más a futuro, déjame decirte que esto no es cierto en todos los casos, ya que también existe la minusvalía inmobiliaria y esto puede darse por riesgos que pudieron ser normales, evidentes y hasta fortuitos.
En cualquier de los casos, si adquieres una propiedad inmueble ya sea por medio de un crédito o de contado, siempre debes tener en mente los gastos que se generan por adquirir una propiedad como predial, mantenimiento preventivo o correctivo, mejoras o gastos imprevistos. Mientras tanto, en el caso de rentar un inmueble, estos gastos los absorbe directamente el propietario o arrendador del inmueble y este debe considerarlos dentro del pago de la renta o alquiler.
Por el otro lado, encontramos el arrendamiento de un inmueble, que efectivamente en ningún momento nos llevaría con ese pago de renta, a ser los propietarios de dicho inmueble que estemos alquilando; segundo, en algún momento el arrendador podría considerar al final del contrato no continuar con la renta del inmueble, por lo que tendrías que buscar un nuevo lugar para residir, aunque realmente para muchas personas el cambiar el lugar que habitan es una experiencia completamente positiva.
Otro punto negativo a considerar en el caso de estar rentando una propiedad, es que tendrás que hacer frente al aumento anual del coste de la renta que varía según lo acordado, que este puede ser igual a la inflación anual pero no podrá superar un 10% respecto al costo del año anterior. La realidad es que justo en este punto, las personas siempre buscarán manejar el gasto de su alquiler según su presupuesto mensual, por lo que podrían estar cambiando de ubicación año con año en el caso de ser necesario ajustar sus gastos.
Por último, me gustaría abordar un ejemplo especifico, con un escenario promedio con herramientas financieras, para el caso, dos personas toman decisiones distintas y tienen el mismo presupuesto, una decide comprar un bien inmueble por medio de un crédito hipotecario a 20 años, mientras que la segunda persona decide rentar un bien inmueble con el mismo valor comercial, para el caso este bien inmueble al día cuesta $1,500,000. Por lo que para la persona que decidió tomar el crédito, el banco le requiere un pago inicial de $450,000 pesos mexicanos y pagos mensuales por 240 meses de $10,063.26, por lo que al final del plazo este terminará pagando $2,655,962.73, sin considerar los gastos adicionales que ya mencionamos anteriormente. Mientras que la persona que decidió el camino de la renta, pagará de forma mensual $8,000 pesos y decide al mismo tiempo abrir un plan de ahorro y protección donde aportará inicialmente la cantidad de $450,000, la misma cantidad que la persona que tomo el crédito, además realiza aportaciones mensuales al plan de ahorro y protección por $3,050.00, con lo que en 240 meses o lo que equivale a 20 años, esta persona habría gastado aproximadamente la misma cantidad, los gastos de mantenimiento de cada año los habría ahorrado, pero con una pequeña gran diferencia, que la persona que rento y ahorro tendría disponible si así lo quisiera $2,558,708 para poder comprar una casa de contado.
En fin, cada quien puede hacer un análisis adaptado a sus necesidades financieras y su requiere ayuda, más información o asesoría de previsión financiera, contáctame por redes sociales, búscame como @HugoDiazMiAgente. Como siempre espero que estén muy bien, tengas una excelente semana, asegúrate de vivir tus sueños y cumplir tu proyecto de vida.