Por  magistrado Luis Jorge Gamboa Olea

En plena pandemia del coronavirus, que ha dejado cerca de 100.000 muertos, el comportamiento de la policía en Estados Unidos, ha encendido las alarmas, y se han levantado las voces para que se hagan reformas urgentes que limiten sus acciones. El video en donde el policía Derek Chauvin sobre el cuello de Floyd, durante nueve minutos, dejó al desnudo años de maniobras abusivas y patrones “legales” que han usado los uniformados durante años, dejando miles de víctimas que no llegaron a hacerse virales.

Y aunque Chauvin fue acusado de homicidio en segundo grado y sus tres colegas que permitieron el abuso contra Floyd también serán procesados, el problema del abuso policial no terminará ahí y menos en tiempos de Donald Trump, quien desde tiempos de campaña ha invitado a los policías a “no ser demasiado amables”. Durante las protestas que se desencadenaron en EE. UU. tras la muerte de Floyd lo que se ha visto es una policía desbordada contra los manifestantes.

El caos que se extiende por Estados Unidos y esto tiene muchas causas, el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas del orden en las manifestaciones en Estados Unidos y las desproporcionadas declaraciones del presidente de ese país los tiene al borde del colapso por este tema.

De acuerdo con el último informe de Amnistía Internacional (AI) sobre los abusos policiales en Estados Unidos, cerca de mil personas murieron por arma de fuego desde 2018 a manos de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley: “Los pocos datos disponibles indican que las personas afroamericanas sufren de forma desproporcionada el uso de medios letales por parte de la policía y representan el 23 % de las víctimas mortales pese a constituir solo el 13 % de la población”.

Y aunque en EE. UU. se aprobó en 2014 la Ley de Denuncias de Muertes bajo Custodia, que obliga a recopilar y difundir datos a escala nacional, nadie la aplica. Amnistía Internacional además encontró que las pocas leyes estatales que regulan el uso de la fuerza por parte de la policía en varios Estados no se ajustan a las normas internacionales.

Un problema de la mayoría de policías de América, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dijo en un documento que “las fuerzas policiales del continente son las mayores violadoras de los derechos humanos y gozan de impunidad. Parte del problema en Estados Unidos es la naturaleza hiperlocalizada de la policía: el país tiene más de 18.000 agencias de policía, de las cuales más de 15.000 están organizadas a escala de ciudad o condado; eso hace que cada una tenga normas y patrones propios.

La policía estadounidense en su conjunto requiere reformas, lo que se necesita es voluntad política, El hermano de George Floyd, dijo  a los legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que su hermano “no merecía morir por 20 dólares”, y pidió que la policía rinda cuentas y sea reformada, afirmando: “Hagan los cambios necesarios para hacer que la policía sea la solución y no el problema”.

  • El autor del Artículo de Opinión, actualmente es magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos.

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