Por Jessica Ortega
A las mujeres nos piden una lucha pacífica, nos piden que no hagamos tanto ruido. Pero si no hacemos ruido, no vemos resultados. Este 8 de marzo debe ser un recordatorio de las múltiples deudas que tienen las instituciones y la justicia con las mujeres.
Las mujeres no vamos a dar ni un paso atrás en la lucha por la igualdad y la vida. No hay discurso
político que valga frente a la realidad de violencias que vulneran a las mujeres mexicanas.
A diario, somos víctimas de agresiones, hostigamiento, acoso, feminicidios, desigualdades e
invisibilización estructural, además, enfrentamos la más recalcitrante violencia sistemática desde
las más altas esferas del poder.
Este 8 de marzo y todos los días es para recordar a las que ya no están aquí, a las que les
arrebataron la vida de una forma cruel y cobarde, es ver los ojos vacíos de sus papás, hermanas,
hijas mientras gritan sus nombres, es pensar que podrías ser tú. Desde Mujeres en Movimiento, le decimos al presidente que no puede confrontar y señalar peyorativamente a las mujeres y creer que nos vamos a quedar calladas. Usted no puede esconder su miedo entre vallas y granaderos y pretender que no está pasando nada.
Mientras él desde su palacio gobierna para pocos intereses, afuera, en las calles a nosotras nos
siguen violentado, matando y violando, mientras tanto usted quiere seguirlo disfrazando. No
vamos a ceder en la resistencia, no vamos a claudicar en la lucha, usted no es el presidente de las
mujeres, y no representa un proyecto para nosotras, no si pretende seguir minimizando la realidad que vivimos.
Desde nuestra trinchera, tomamos la determinación de dar un paso al frente, hombro a hombro
con las millones de activistas en este país que han decidido que ni una pandemia, ni una valla
fueron obstáculos para gritar los nombres de aquellas a quienes la justicia les debe todo.
Acompañaremos las voces de todas, amplificaremos las voces de la lucha y haremos que suenen
más alto, más fuerte y más claro que aquellas que salen del poder. Ni un paso atrás en la defensa
de nuestros derechos, ni un paso atrás en la defensa de nuestra dignidad, ni un paso atrás contra
las violencias y contra los agresores, caiga quien caiga.
Este país será feminista, o no será. Que tiemblen los machistas, que ya está aquí la fuerza de las
mujeres para hacer de México un país de feministas.
- La autora del presente artículo de opinión es actualmente la Coordinadora Nacional de Mujeres en Movimiento