Por Berenice Cano y Velia Duarte
Estamos sorprendidas por la última marcha de ese grupo llamado FRENA, por su discurso agresivo y violento; y sobre todo por las leyendas de las mantas. Parecían que eran aquellos cristeros del año 1926 que se sublevaron cuando gobernaba aquel “célebre” presidente Calles. Que fueron azuzados por el clero y se levantaron en armas, creyendo defender sus creencias. (que esas no se las podía quitar nadie)
Donde perdieron la vida muchos ignorantes campesinos en una guerra absurda que solo abarcó los pueblos del Bajío.
Esas marchas nos hacen ver que todavía como en ese entonces, hay mucha ignorancia en nuestros pueblos y un desconocimiento total y enorme de la historia. Y se da uno cuenta como la educación ha venido a menos con ese sistema neoliberal, que solo quería fabricar jóvenes pobres e ignorantes; mientras más ignorantes mejor, así tenían mano de obra más barata.
Desde el gobierno de Lázaro Cárdenas ningún gobierno se ha preocupado por mejorar las escuelas, sobre todo las Normales Rurales de donde egresan jóvenes maestros que irán a educar a todos los confines de nuestra patria.
El presidente Andrés Manuel López Obrador debe mejorar el sistema educativo, formar jóvenes honestos, que se comprometan con la nación y el espíritu de servicio a la sociedad y reemplazar la tecnocracia. Que enseñen nuestra historia y la vida de nuestros héroes; para que sepan querer y respetar el lábaro patrio y que sientan orgullo de ser mexicanos.
Los gobiernos Neoliberales nos hundieron en la miseria y en la ignorancia, empezando a desaparecer las escuelas formadoras de maestras de jardín de niños. Ahora los pequeños están en manos de profesoras improvisadas; que muchas veces no tienen ninguna noción de lo que es educar a un infante.
El presidente debe volver a impulsar esas escuelas para educadoras, quizá deba hacer algunas reformas en los planes de estudio, donde se aprendan también valores morales, se impulse la cultura y el arte que es parte de la educación.
Pensar que uno de los que promueven esas marchas y esos ridículos plantones es aquel empresario que, en el sexenio pasado fue uno de los promotores de la mal llamada reforma educativa; que no era ninguna reforma, solo querían privatizar poco a poco la educación pública. Y donde él era uno de los ganones, pero todo se le salió de las manos cuando 30 millones de mexicanos eligieron al actual presidente. Y ahora esas personas andan financiando plantones que, junto a otros empresarios millonarios, andan queriendo formar un partido, acompañados con toda su bola de pseudoperiodistas y periódicos vendidos al mejor postor. Por eso todos debemos estar muy alertas con esos traidores. ¿Qué no les bastan sus millones que tienen?