Por Víctor Hugo Díaz

Eran cerca de las 21:00 horas del martes 24 de noviembre, viajábamos en auto de regreso por la carretera del sol, de la ciudad de Chilpancingo del estado de Guerrero con dirección a la ciudad de Cuernavaca en Morelos; era el regreso de un viaje de trabajo que transcurría en total calma y tranquilidad, prevalecía un buen ambiente de amistad, donde había comentarios sobre las reuniones del día y no faltaban risas por comentarios graciosos, hasta que de pronto y sin avisar, comenzó un dolor muy raro y muy parecido a un calambre, que inició a la altura del codo del lado izquierdo y por la parte interna del brazo, dolor que posiblemente en cuestión de dos minutos avanzó subiendo hasta la axila y después bajo por un costado del tronco hasta donde terminan las costillas, lo siguiente fue una opresión en el pecho que generaba más dolor, dolor que no apenas permitía levantar el brazo hasta la cabecera del asiento, lo que siguió fue una sensación de falta de aire y a la vez un mareo. Lo único que pude pensar en ese momento, fue pedirle a Dios que si algo malo estaba por ocurrir, sólo me permitiera llegar a casa para ver por última vez a mi familia y después de eso, que sucediera lo que para mí tuviera preparado.

Este relato salió de una persona cercana y muy querida, que pudo salir con bien, el diagnostico de los médicos fue un pre infarto, mismos médicos que le comentaron “estuviste muy cerca de sufrir un infarto, eres muy joven, hoy los infartos son cada vez más comunes en personas de menos de 40 años y aunque hay varios factores que aumentan el riesgo de sufrir un infarto, hay principalmente 3 que han acelerado este crecimiento de pacientes jóvenes, son; la alimentación, el estilo de vida sedentaria sin ejercicio o actividad física y el estrés”.

“En ningún momento me sentí estresado, sólo un poco cansado, lo normal por un día con mucho trabajo; aunque una de las recomendaciones médicas fue controlar mi estrés, no identifico en que momento lo estoy”

Analizando el estilo de vida que la mayoría de la población estamos viviendo, es complicado deshacerse de estos 3 factores de riesgo, que comentan, han incidido en el aumento de infartos en pacientes menores de 40 años, lo peor no es que exista una mala alimentación, que llevemos una vida sin movernos del mismo lugar por jornadas largas y que además los problemas personales, laborales o familiares son más recurrentes y excesivos que terminan estresando,  lo peor estamos aprendiendo a convivir con ellos como parte diaria y normal de nuestra vida.

Sin duda, existen múltiples riesgos que pueden llevarnos a la muerte, la enfermedad y la invalidez, pero además estos podrían ponernos en una situación económica complicada a cada uno de nosotros o aquellos que dependan de nuestros ingresos, en este caso, cómo en todas las entrevistas de detección de necesidades, me vi en la necesidad de hacerle algunas preguntas a este querido amigo, porque además me percate no cuenta con un seguro ¿Qué habría sido de tu familia, si hubieras sufrido el infarto y esto tu llevado a la muerte? ¿Tu esposa podría hacerse cargo de pagar tus gastos funerarios? ¿Tu familia podría hacer frente a sus gastos fijos tras tu fallecimiento? ¿Quién se haría cargo de la manutención y educación de tus hijas? La intención de estas preguntas, siempre será sensibilizar a la persona que tenga frente a mí y hacerlo ver más allá de este tipo de sucesos, entender el que pasaría con ellos o sus familia; en los casos de la enfermedad y la invalidez siempre estarán en posibilidad de que nos suceda, pero muy probablemente no podremos controlar el que nos suceda o no; luego está la posibilidad de fallecer, esta que sin duda la tenemos garantizada ¿cuándo? no lo sabemos y este es el punto de exponer este suceso de hace unos pocos días, los riesgos que pueden poner en juego nuestra salud, nuestra integridad y nuestra vida siempre están latentes, en nuestra casa, en la calle o en el trabajo, lo que queda es que cada uno de nosotros logré ser consciente de nosotros mismos y de nuestras responsabilidades, cuidarnos y prever en salud física, mental y financiera, antes de que pueda ser demasiado tarde.

Si quieres aprender de este y otros temas, no dudes en contactarme, al igual si requieres más información o asesoría de previsión financiera, puedes contactarme por redes sociales, aparezco como @HugoDiazMiAgente. Como siempre espero que estén muy bien, tengas una excelente semana, asegúrate de  vivir tus sueños y cumplir tu proyecto de vida.

  • El autor del Artículo de Opinión es Asesor Financiero y Fundador de Capital Inteligente Tu Proyecto de Vida.

Por Génesis

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *